El 40% de los padres no considera que el bullying sea un problema muy presente en los colegios
Fuente: ABC
Fecha: 14/02/2018
Analógicas, con situaciones muy precarias y con baja implicación de las familias. Así son, actualmente, las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos(AMPAS) en el sistema educativo español, según un estudio sobre estas que intenta definir cómo son, qué necesitan y en qué creen, elaborado por Acción Magistral (un proyecto puesto en marcha por la FAD, BBVA y la Comisión Nacional de Cooperación con la UNESCO). «Son las grandes olvidadas. Esto ha servido para sacar a la luz algo que estaba oculto en referencia a las AMPAS», afirma Ignacio Calderón, vicepresidente de la FAD.
Los resultados de la investigación se derivan de 161 encuestas onlines realizadas en centros de todo el país, tanto públicos, privados o concertados. Representan un total de 21.000 familias españolas que se manifiestan acerca de la situación que viven las AMPAS actualmente.
De las asociaciones existentes, el 80% de ellas las siguen abarcando las mujeres, en un momento donde solo la mitad de las AMPAS que hay están compuestas por diez personas. Una escasa participación familiar que, desde FAD, la engloban en dos motivos: falta de tiempo para compaginar el horario laboral con el escolar y la presencia de más madres que padres. «La educación sigue estando en manos de mujeres», asegura Eulalia Alemany, directora técnica de la FAD.
No tienen presencia en la web «porque no cuentan con una base económica que las respalde. En el 62% de los casos, los padres y madres pagan una cuota de 10 a 20 euros anuales», insiste Alemany. «No hay que olvidar que todos tenemos que enseñar, incluidas las AMPAS, ya que son comunidades educativas también», continúa.
Participación sin poder tomar decisiones
La presencia de la AMPAS en el día a día de un centro escolar es muy relativa. Según el estudio, casi el 90% asisten siempre a los Consejos escolares. «Esto es chocante porque no tienen competencias para participar en la toma de decisiones como, por ejemplo, en la elección del director del colegio o en la admisión del alumnado», cuenta Alemany.
Mayoritariamente organizan las actividades escolares del centro, aunque un porcentaje elevado ha participado, al menos, alguna vez en resoluciones de conflictos.
En cuanto a las opiniones de los padres, uno de los datos más relevantes es que el 41% considera que el acoso entre compañeros no es un problema presente en los colegios. Al igual que casi la mitad de los encuestados afirma que los conflictos se deben atajar a través de normas y sanciones.
El conflicto de los deberes sigue siendo un tema «de conflicto» entre profesores y familias. Casi la mitad de las AMPAS apoyan la idea de que las tareas deben hacerse en el aula en horario escolar. «Siempre existe esa dicotomía entre los intereses de los padres y de los educadores. Se debería llegar a un equilibrio donde se tomen los ejercicios como un refuerzo a lo aprendido y también donde los maestros no carguen tanto a los alumnos. Ahí estaría la solución y es algo que se resolvería con diálogos entre ambas partes», comenta Alemany.
Precariedad
Se ha dado «el primer paso para solucionar un problema que estaba invisible en la sociedad. Hay un trabajo inmenso por hacer y debemos buscar cómo podemos ayudar», asegura Ignacio Calderón. La situación en la que las AMPAS se mueven es de «absoluta precariedad».
El 90% asegura que hace falta una mayor implicación de las familias en general, así como apoyos económicos (83%) o la implementación de horarios más flexibles para compatibilizar con la vida laboral (más del 60%).