Pelea de padres en un partido de querubines entre Paterna y Torrent
Fuente: El Español
Fecha: 15/02/2018
Cinco aficionados y dos jugadores del Sportiu Primer Molí agredieron a un futbolista del Rafalafena, que tuvo que recibir seis puntos de sutura en la boca.
Un jugador juvenil del club Rafalafena de Castellón ‘B’ fue brutalmente agredido en un encuentro del pasado fin de semana por los aficionados y futbolistas del equipo rival, el Sportiu Primer Molí Castelló ‘A’.
El jugador, que no ha trascendido su identidad, tuvo que ser trasladado en ambulancia a un hospital, donde recibió seis puntos de sutura en la boca, además de constatar las múltiples contusiones en todo su cuerpo. Tales agresiones se produjeron tras la expulsión de un futbolista cuando quedaban 20 minutos para el final, que se sumaban a otras dos, estas por parte de los locales. El Rafalafena ganaba por 0-6 y los aficionados que estaban en la ciudad deportiva Chencho de Castellón de la Plana saltaron al campo y originaron una batalla campal.
Dos de ellos persiguieron al árbitro, que soportó insultos racistas e incluso se quedó sin las llaves del vestuario para poder protegerse, y, junto a dos jugadores locales, propinaron patadas y puñetazos al juvenil que acabó en el hospital, momento en el que se suspendió el partido, según informa el diario Las Provincias.
Según el acta del partido, proporcionado por el Sindicato de Árbitros, se recoge que un futbolista fue expulsado por decir «árbitro, eres un puto payaso de mierda, gilipollas». Otro, por amenazar al árbitro. «Como te vea por el Grao te voy romper la puta cabeza”, le dijo. Ese mismo jugador, según indica el acta, «golpeó con el puño cerrado en la cara repetidas veces y con los tacos en el estómago», al futbolista rival, que llevaba el dorsal 21.
Más tarde, el jugador del Sportiu expulsado por amenazar se dirigió a tres adultos del público emplazándoles a invadir el terreno de juego para agredir al jugador expulsado del equipo visitante. Mas tarde se le escuchó decir: “Ya están llegando los furgones de la policía, id por ahí detrás”.
El mismo acta recoge que «tras su expulsión en el minuto 80 y haber sido golpeado por parte de aficionados y los jugadores locales número 5 y 9», el jugador del Rafalafena, «cae al suelo alrededor de unos 4 minutos mientras sangraba. A continuación, con ayuda se reincorporó y fue tratado por la ambulancia que acudió al campo 9 minutos después de la tangana, teniendo que irse al hospital posteriormente.
Además, el colegiado asegura que durante todo el encuentro soportó insultos racistas del tipo “árbitro, sudaca de mierda” y “puto panchito, vete a pitar y a cantar rancheras a tu país hijo de puta”. Los agentes de seguridad, según relata el árbitro en el acta, llegaron a la ciudad deportiva unos diez minutos después de producirse el altercado.
El Sindicato de Árbitros ha asegurado que este acta es el «más violento que hemos publicado nunca».