Guías feministas en el museo para destapar la huella del machismo en el arte
El País.- El colectivo feminista Liceu de Dones propone un recorrido con enfoque de género por el Museu de Belles Arts de Castellón para descubrir una mirada artística más igualitaria
El experimento es sencillo. Recorrer una galería de arte, en este caso la colección pictórica permanente que ocupa la tercera planta del Museu de Belles Arts de Castellón, y hacer un análisis de las obras expuestas y de lo que se siente al verlas. Contemplar los cuadros con un enfoque de género y reflexionar sobre los motivos por los que durante siglos se ha silenciado a la mujer. Sobre el papel, o no papel, de las mujeres en el arte. En la pintura. Es el reto de la intervención feminista impulsada por Liceu de Dones, en colaboración con la Xarxa pels Bons Tractes que integran diferentes asociaciones feministas de Castellón, en el marco de actividades diseñadas para el próximo 25 de noviembre, día internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres.
El propósito no es otro que descubrir y desvelar las huellas del machismo en el arte, y reflexionar sobre ello con la ayuda de la guía feminista editada para la ocasión, que facilita la visita a la exposición para ver más allá de lo puramente pictórico o artístico. El folleto invita al análisis crítico. Plantea un enfoque más igualitario, que permite visibilizar la violencia contra las mujeres. Busca despertar una nueva mirada. Reconocer el trabajo de la mujer en la superación de los roles y modelos que reflejan, en este caso, los cuadros, como espejos a su vez de una sociedad que perpetúa esos papeles.
“El arte es un lenguaje, dice mucho. Y merece un análisis desde la perspectiva de género, al igual que se ha hecho con el cine, la televisión o la publicidad. El arte es una asignatura pendiente, un lenguaje que debe ser explorado e incorporar una reflexión de género, como cualquier expresión humana”, explica a EL PAÍS la presidenta del Liceu de Dones, Ana Moltó.
El colectivo sigue así la vía abierta por dos experiencias pioneras previas. La del madrileño Museo del Prado, con un itinerario exclusivo llamado Recorrido Feminista, implementado junto al Instituto de Investigación Feminista de la Universidad Complutense. Y la iniciativa del Museo Reina Sofía, con Feminismo: una mirada feminista sobre las vanguardias, que propone al visitante un recorrido alternativo por los espacios de la colección dedicados a las vanguardias históricas y cuestiona el papel y la visibilidad de la mujer en la historia del arte.
La visita sobre la que pivota la intervención de Liceu de Dones en el museo castellonense fija su objetivo de análisis en 10 de las obras que integran la colección permanente, en la que solo hay cuadros de dos autoras. Este es ya de por sí un punto de inflexión. “¿No hay artistas femeninas? No me lo creo. Esta acción es también una reflexión sobre las ausencias, que conforman un modo de violencia”, apunta Moltó.
Els Amics (1908), de Francesc Pérez Dolç, es una de las paradas en las que se detiene este análisis colectivo a cargo del medio de centenar de personas, en un 99% mujeres, que participa. El cuadro plasma una escena costumbrista. Hombres disfrutando del ocio en grupo, de actividades creativas que refuerzan sus lazos de amistad. “No hay mujeres. No se comparten actividades. Los géneros no interactúan y todas nos perdemos algo”, recoge la reflexión sobre esta obra de la guía feminista.
La visita sigue. La obra Flors i Llàgrimes, de Vicent Castell Doménech (1902), protagonizada por dos mujeres de distinta clase social, da paso a la reflexión sobre la moda de la época, “determinada por la conveniencia de la sociedad patriarcal”, destacan desde el Liceu de Dones. “Todas las mujeres, sin distinción de clase, llevan corsé cuando pueden adquirirlo. La visión androcéntrica moldea nuestros cuerpos”, apunta la guía.