Los monitores de los comedores, «claves» para evitar el acoso escolar

Ine.- Los cuidadores reciben formación para identificar y notificar conductas de riesgo entre los menores

El comedor escolar es un espacio hoy por hoy menos «vigilado», y ello favorece que en él se puedan dar situaciones de acoso o malos tratos entre los alumnos. Por eso Gijón quiere poner el acento en este ámbito, formando a los monitores para que sean capaces de detectar actitudes de riesgo y notificarlas convenientemente a los centros educativos.

«Los monitores de comedor tienen que tener claro que su papel es fundamental, porque es en este espacio, el de la comida, en el que muchas veces los maltratadores aprovechan para actuar pensando que están menos controlados que en las aulas o en el patio, son lugares de relación en los que ocurren a veces conductas que podrían derivar en acoso«, explica María Godás, responsable del Programa TEI Asturias de prevención del acoso escolar. Por eso ayer se impartió formación a una veintena de monitores para que «en cuanto vean conductas repetitivas que puedan suponer un acoso, tomen nota e informen inmediatamente de ello a la dirección de los colegios», apunta Godás, quien apuesta por «empoderar» a la figura de quienes vigilan la hora de la comida en los centros. «Tenemos que tener en cuenta que no se trata de un espacio aislado del centro educativo, es una extensión del mismo y todo lo que ocurre en él influye en las aulas, y al revés«, defiende Godás, quien apuesta por la colaboración entre el personal docente y los monitores para llevar a cabo un trabajo efectivo de detección de conductas de malos tratos entre iguales.

 La iniciativa parte del Ayuntamiento de Gijón a través de la Concejalía de Educación, que en la actualidad continúa con la labor iniciada hace tres años en colaboración con la Concejalía de Bienestar Social al poner en marcha el Plan Municipal de Mejora de la Convivencia y Prevención del Acosos Escolar.En la aplicación del programa TEI de tutorías entre iguales, «tenemos que implicar a todos los agentes que componen la comunidad educativa, cada uno en su ámbito es clave y por eso ya se ha ofrecido formación especializada a familias y también a monitores deportivos», recuerda Janet Escudero, técnica de programas del departamento de Educación.

Con la formación a monitores de comedor se habrá completado la formación a los distintos agentes que intervienen en la vigilancia y prevención del acoso escolar, con el objetivo último de dotar de conocimiento y herramientas útiles para saber identificar situaciones de riesgo, cómo actuar ante las mismas y mantener la coordinación necesaria con el centro escolar para mejorar el clima de convivencia.

Gijón ha recibido recientemente uno de los primeros premios de Buenas Prácticas Municipales en la prevención e intervención frente al acoso escolar otorgado por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y el Ministerio de Educación y Formación Profesional.

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