«Me rodearon cinco o seis y me dieron patadas y puñetazos por todo el cuerpo en La Rosaleda»
El Norte de Castilla.- «Me pidieron que les diera todo lo que llevaba y uno de ellos me dio un puñetazo en la cara. Intenté huir y otro me dio otro puñetazo, me echó la zancadilla, me caí al suelo y fue cuando me rodearon (cinco o seis) y me dieron puñetazos y patadas por todo el cuerpo», relata un joven de 17 años en la denuncia que interpuso a las pocas horas de recibir el alta hospitalaria después de que un grupo de jóvenes le propinaran «una paliza» en el entorno de Las Moreras durante la celebración del macrobotellón del lunes al martes de Carnaval.
Nadie avisó a los servicios de emergencia y el chico, que cree que perdió la consciencia después de los golpes, acabó siendo trasladado a su casa por unos amigos y de allí sus padres le llevaron al hospital, donde fue atendido de múltiples lesiones en el rostro, incluida «una fractura de los huesos propios de la órbita izquierda». Sus familiares buscan ahora testigos de lo ocurrido para intentar esclarecer los hechos ocurridos en torno a las dos de la mañana del martes en las inmediaciones del puente de Poniente, del lado de los jardines de La Rosaleda.
Un atraco previo en la playa
Aquella noche, a pesar del amplio dispositivo policial establecido en los accesos al entorno de la playa y la ribera del río, se produjeron distintos incidentes durante la celebración de un botellón que congregó a centenares de jóvenes, mucho de ellos menores. Un chico de 18 años llegó a ser detenido acusado de propinar un puñetazo en la boca a un menor, de 17, para robarle un móvil. Esto ocurrió pasada la medianoche en la arena de la playa.
La víctima, en cuanto a los agresores, tan solo recuerda que fueron «cinco o seis», que algunos eran más altos que él (mide 1,87). Uno de ellos, el primero que le propinó un puñetazo en la cara, «era rubio y vestía algo amarillo en la parte superior». Fue el que le habría espetado que le diera «todo lo que llevaba». El segundo agresor, el que le tiró al suelo a golpes, «tenía el pelo rizado y la piel morena, mediría 1,90 y vestía un abrigo verde». Del resto no pudo aportar nada. El joven, en su denuncia, afirma que pudo llegar a perder la consciencia y que, a pesar de que finalmente no le sustrajeron nada, sí le rompieron el teléfono móvil, valorado en más de mil euros.
Redes sociales
Su tío relató lo ocurrido a través de las redes sociales, donde publicó las fotografías de la víctima con el fin de «encontrar a los autores» de la brutal agresión ocurrida a las dos de la mañana del martes. Esa noche, durante el botellón, hubo un sinfín de denuncias por consumo de alcohol e intervenciones de botellas a menores. El paraje amaneció por la mañana con cinco toneladas de basura.