Aumento alarmante de la delincuencia y la criminalidad de menores en Francia

ABC.- Más de 4.000 delitos «comunes» fueron cometidos dentro de este fragmento social del país galo durante 2019

La delincuencia juvenil, la de menores de edad, del atraco con arma blanca a la colaboración en crímenes terroristas, ha crecido en Francia significativamente durante los primeros nueve meses de pandemia.

Seis de las catorce personas imputadas por presuntos delitos de complicidad en un asesinato terrorista y asociación de malhechores, en el caso del profeso Samuel Paty, decapitado el 16 de octubre pasado, son menores de 13, 14 y 15 años de edad.

Una joven de 13 años fue detenida la mañana del viernes en Béziers, localidad occitana próxima a España, tras haber amenazado de muerte a uno de sus profesores con un cuchillo.

En Lyon, en el centro de Francia, un joven de 15 años fue detenido la semana pasada en un instituto por haber amenazado con «cortar la cabeza» de uno de sus profesores.

En Niza, en el corazón de la Costa Azul, una joven de 17 años fue detenida días por acosar y amenazar de muerte a sus profesores a través de las redes sociales.

A mediados de noviembre, varias bandas de menores ganaron una cierta «celebridad» por atacar con violencia (pedradas y bastonazos) a unidades de bomberos y policías que prestaban servicios de urgencia en Montceau-les-Mines (región Bourgogne-Franche-Comté, al este).

Laurent Gebler, presidente de la Asociación francesa de magistrados de la juventud y la familia (AFMJF), comenta el proceso del aumento de la delincuencia juvenil y adolescente en estos términos: «La delincuencia juvenil creció de manera significativa el 2019. Todos los indicadores sugieren que el problema se ha agravado este año. Y, como detalle alarmante, la violencia de los menores de edad crece en unos terrenos siempre más violentos: agresiones sexuales, violencias relacionadas con el tráfico de estupefacientes, sin olvidar la delincuencia tradicional, los atentados contra la autoridad, las violencias de todo tipo contra maestros, profesores y conductores de autobús».

En la «banlieue» o periferia de París y de las grandes ciudades de Francia, son «tradicionales» los enfrentamientos y ataques de bandas juveniles contra las patrullas de policía. Los sindicatos de fuerzas del orden subrayan, desde hace meses, la presencia creciente de menores de edad.

Incremento notable respecto a otros años

Varios jóvenes de este nicho de población protagonizaron 4.333 de los delitos «comunes» (violencias físicas, atracos, amenazas, etc.) cometidos en Francia durante el 2019. Un crecimiento del 29,7 % con respecto al 2017, cuando los delitos protagonizados por menores «solo» ascendieron a 3.340 casos. Esas cifras podrían crecer significativamente tras las olas de «salvajismo» denunciadas por el ministro del Interior, Gérald Darmanin, el verano pasado.

Se trata siempre, globalmente, de una violencia juvenil bien enraizada en la periferia de París y de las grandes ciudades. La inmigración clandestina ha creado problemas de nuevo tipo: la emergencia de menores sin familia, errantes y sin domicilio fijo, creando problemas de nuevo tipo en algunas grandes ciudades, como Burdeos.

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