Una estudiante de diseño presentó un proyecto con una esvástica y deberá realizar un curso de antisemitismo

Infobae.- El hecho ocurrió el 16 de octubre durante una clase de la materia Diseño Asistido por Computadora, de la carrera Diseño Industrial de la FADU. El caso generó revuelo en las redes sociales. La Universidad de Buenos Aires resolvió que la alumna se capacite en el centro Simon Wiesenthal

Los nervios por la presentación de un trabajo se mezclaban con el desgaste de haber tenido que acudir a una materia durante varios meses de manera virtual. Sin embargo, los alumnos de la cátedra Pérez de la materia Diseño Asistido por Computadora de la carrera de Diseño Industrial de la UBA jamás olvidarían la clase del último 16 de octubre.

Ante la consigna de presentar un diseño de una aspiradora, en la que se analizaría tanto la figura del objeto en sí como el fondo, una alumna publicó su trabajo personal y generó la indignación inmediata de la mayoría de sus compañeros: su prototipo tenía un tono militar, forma similar a un cañón lanzamisiles y en uno de los extremos del objeto estaba dibujada una cruz esvástica. Y, como si fuera poco, el fondo de la figura era todo rojo, el mismo color de la bandera nazi.

“El docente que estaba a cargo de la clase le dijo de manera inmediata que había que tener cuidado con las cosas que se utilizaban para los proyectos, pero no mucho más. Fueron los alumnos quienes dieron inicio a la denuncia y a la condena que se llevó a cabo en las redes sociales”, le explicó a Infobae Ariel Gelblung, el director del centro Simon Wiesenthal para América Latina.

Ese mismo 16 de octubre, varios alumnos que habían concurrido a la misma clase de Diseño Asistido por Computadora, en la carrera que se dicta en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) de la UBA, hicieron público su malestar y su condena al trabajo presentado por una compañera.
Al reclamo se sumaron estudiantes de otras carreras de Arquitectura y hasta egresados de la misma carrera de diseño industrial.

Precisamente, uno de los puntos que más indignación generó entre los alumnos fue la reacción del docente ante la presentación del trabajo. Algunos de los estudiantes les criticaban a los profesores haberse remitido a correcciones estrictamente técnicas sobre el trabajo presentado. La frase “cuidado con las iconografías utilizadas en el producto”, fue la única relativa a la utilización de la simbología nazi en el proyecto.

El experto en arquitectura “Bauhasaurus”, con decenas de miles de seguidores en Twitter e Instagram, también opinó al respecto en las redes: “En una cátedra de Diseño Industrial en la FADU, presentaron una aspiradora con motivo militar, colores nazis de fondo y la esvástica en el frente del producto. Más vigente que nunca seguir educando sobre esto para desarticular, todavía en 2020, los discursos de odio”, escribió.

Y luego agregó durante un diálogo con una usuaria: “Tenemos que aprovechar estas cosas para sacarla de los personalismos, o posturas individuales, y construir sobre lo que sucedió, para sacar algo más allá de lo punitivo”.

“Remarcando la necesidad de sentar precedentes en vistas a evitar futuros actos de antisemitismo, instamos a la elaboración de un sumario a los efectos de atribuir responsabilidad a las partes. Mas allá de la carga de los particulares, quienes asumieron el ‘error’ pero relegando la causa, pesa ahora en la Universidad la posibilidad de hacer de estos casos una condena pública”, se expresaron los estudiantes en el comunicado.

Por su lado, la estudiante presentó una carta de disculpas en la que intentó explicar los motivos de la utilización de la simbología nazi y su postura ante el antisemitismo.

Una vez recogidas las pruebas del hecho y analizada la gravedad del asunto, las autoridades de la FADU resolvieron suspender la cursada de la alumna en cuestión, quien no podrá continuar con su carrera hasta que cumpla con las sanciones impuestas por la UBA.

Esta situación llegó justo unas semanas después de que la propia UBA incorporara el concepto de antisemitismo, el último 7 de octubre. Desde ese punto de partida, las autoridades de la Universidad se pusieron en contacto con nosotros, el Centro Simon Wiesenthal y coordinamos las acciones a seguir con la estudiante”, aseguró Gelblung a Infobae.

En todo momento dimos a entender que nuestra intención no era que la sancionen, sino en primer lugar indagar en qué ocurrió, por qué hizo lo que hizo. Y fue así que nosotros ofrecimos poder hacer algún tipo de capacitación para que pueda entender con detalle de qué se trata todo esto que ocurrió”, completó.

Los representantes del centro Simon Wiesenthal se reunieron con el decano de la FADU, el arquitecto Guillermo Cabrera, y con la directora de la carrera de Diseño Industrial, Dolores Delucchi, para acordar los pasos a seguir.

Así, en los últimos días de noviembre la propia FADU emitió una resolución jurídica en la que el propio decano estableció cuáles eran los pasos a seguir con la estudiante.

La facultad resolvió iniciar un sumario administrativo para investigar qué ocurrió con los hechos denunciados y además ordenó a la alumna acudir a un curso de capacitación sobre “antisemitismo” dictado por el propio centro Simon Wiesenthal.

“Previo a la posibilidad de realizar dicho curso, nosotros realizaremos una evaluación de admisión previa con la estudiante. Se la entrevistará y se resolverá si cuenta con la predisposición y con la estructura como para recibir el curso”, destacó Gelblung.

De ser aceptada por el Centro, la alumna deberá acudir a una capacitación de no menos de 30 horas, donde se abordarán diferentes aristas sobre el odio a los judíos.

“Los cursos de capacitación están sujetos a cada persona. Se puede recurrir a arreglar una reunión de la estudiante con algún sobreviviente del holocausto o hasta se podrá coordinar una visita al Museo del Holocausto. Cada situación personal es diferente y se debe abordar desde un lugar particular”, especificó Gelblung.

“Lo que está claro es que hasta que la estudiante no resuelva este problema con el concepto de antisemitismo, no podrá retomar su cursada habitual de la carrera universitaria”, advirtió el representante del centro Simon Wiesenthal.

Los compañeros de la estudiante denunciaron que la única preocupación de la alumna post escándalo fue que su identidad no fuera revelada en las redes. Sin embargo, con el pasar de los días, la joven pareció demostrarse dispuesta a informarse y recapacitar sobre su accionar.

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