Queman el carro ortopédico de su hijo con discapacidad: “Ahora no podemos salir. No puedo llevarlo a cuestas”

  • Ha ocurrido en Motril (Granada). Dejaron el carro ortopédico en el portal porque el ascensor estaba estropeado y, de madrugada, alguien le prendió fuego

  • Su madre denuncia que llevan más de una semana sin poder salir de casa porque el joven es totalmente dependiente, sufre ataques epilépticos y solo puede desplazarse en el carro adaptado

Niusdiario.- José Miguel sufre síndrome de West, una encefalopatía epiléptica, que lo hace totalmente dependiente. Es su madre, Conchi, quien lo cuida las 24 horas al día. “No se mueve, hay que darle de comer, bañarlo o vestirlo”, relata a NIUS. Una vida complicada la de esta madre y este hijo de Motril (Granada) a los que ahora se les ha puesto todo aún más cuesta arriba. Hace algo más de una semana, encontraban quemado en el portal del edificio el carro ortopédico con el que el joven se desplaza.

Conchi, impotente, no puede entender quién ha sido capaz de hacer algo así. “¿Qué necesidad hay de provocarnos este daño?”, se pregunta. Desde entonces, están condenados a quedarse en casa. “No puedo llevarlo a cuestas por la calle. Pesa más de 50 kilos y le dan varios ataques de espasmos al día. Podríamos caernos”, relata esta madre que tiene las muñecas doloridas.

Normalmente tienen el carro en casa pero ese día el ascensor estaba estropeado y lo había dejado en el portal del edificio de cinco plantas. “De madrugada, alguien llamó al portero automático y me dijo que el carro estaba quemado”, nos cuenta Conchi que bajó con el susto en el cuerpo pero no pudo llegar hasta el portal porque la escalera estaba completamente llena de humo negro.

Ya no es solo es el carro de mi hijo, es que ha puesto en peligro a todo el bloque. Podría haber sido una tragedia”, lamenta. Un suceso en el que incluso tuvieron que intervenir los bomberos para extinguir el fuego y ventilar el hueco de escalera, por la gran cantidad de humos tóxicos que desprendió la espuma y el plástico del carro.

Conchi desconoce quién hay detrás de este acto, pero ya ha denunciado lo hechos ante la policía nacional para que den con el responsable. “No sé quién ha podido ser, me llevo bien con todo el mundo. También se han podido colar en el portal porque, a veces, al entrar no cierran bien la puerta”, se lamenta.

Su hijo, por su enfermedad, no es consciente de la situación. “Él no sabe si entra o sale, pero no podemos seguir así. Ando pidiendo favores para poder ir a comprar o hacer alguna gestión porque no puedo moverme de su lado y vivimos los dos solos”, señala. Ya ha solicitado al Servicio Andaluz de Salud (SAS) un carro nuevo pero sabe que lleva tiempo. Además, la quemada tenía una serie de complementos que pagó de su bolsillo y que, ahora, le va a costar poder asumir.

Conchi pide ayuda por si alguien vio algo esa madrugada que pueda arrojar alguna pista. “Es una sensación de frustración e impotencia”, nos dice. La de ver que alguien los ha condenado a no poder salir de casa, ni ver la luz del sol. En muchas ocasiones, el único respiro para una familia que no lo tiene nada fácil en la vida.

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