La presidenta de FAUM subrayó la necesidad de más plazas en centros de día, en residencias, en viviendas tuteladas para personas que no tienen grandes discapacidades y el reconocimiento de la «discapacidad social» porque «los asperger lo necesitan al tener dificultades de manejo en la vida social y cotidiana».

También lamentó que el porcentaje de desempleo del colectivo de personas con TEA es «el más alto de entre las personas con discapacidad», entre el 76 y el 90%.