Pedradas, insultos y acoso en redes sociales a los estudiantes de San Fernando confinados en Mallorca

La Voz Digital.- El grupo de alumnos que guardan cuarentena en el hotel Covid Palma Bellver llegó a la isla el 24 de junio, días después de los macrobotellones en Baleares

Los jóvenes podrán regresar a La Isla después de no ratificarse el confinamiento forzoso, aunque aún no saben si tendrán que realizar una segunda prueba PCR

Madrugada del martes al miércoles 30 de junio. Dos jóvenes comienzan a arrojar piedras y a dedicar insultos dirigidos a los estudiantes de toda España que se encuentran confinados en el hotel puente Covid Palma Bellver en Mallorca. El dispositivo de seguridad organizado por el Govern de Baleares no impide la agresión.

Es la punta del iceberg del conflicto en el que diferentes personas, ajenas a las administraciones competentes y a las familias de los interesados, han decidido actuar como árbitros para juzgar quiénes son los culpables y cuál debería ser el castigo por iniciar un brote de coronavirus que ya se acerca a los 1.700 contagios según diferentes gobiernos autonómicos.

El crimen de todos estos aislados, muchos menores de edad, es el de haber llegado a Baleares con la intención de realizar un viaje de fin de estudios. La mayoría de los 249 estudiantes que permanecen en el hotel Covid no guardan relación alguna con las fiestas que desembocaron en el contagio masivo, realizadas entre el 18 y el 20 de dicho mes.

Es el caso de los 45 alumnos del Colegio Compañía de María de San Fernando confinados a la fuerza en Mallorca, quienes aterrizaron en el Aeropuerto Internacional de Son Sant Joan el 24 de junio, previamente presentaron sendos test de antígenos negativos.

El confinamiento «es ilegal»

La dirección general de Salud Pública de baleares modificó, el 25 de junio y ante el inicio descontrolado del brote, los criterios bajo los que se consideraría a una persona contacto estrecho, estableciendo que «todas las personas que han participado o están participando en los viajes de fin de estudios a Mallorca y en las diferentes actividades alrededor de ellos, sean considerados contactos estrechos».

«Según la Ley, el respaldo judicial a la dirección general tendría que haberse producido a las 72 horas desde que se dictó. No solo no se produjo desde ese plazo, sino que me hija está confinada desde antes que se dictara la resolución, concretamente desde la noche del sábado 26». Estaban «ilegalmente confinadas», resume Jesús Cayetano, padre de una alumna de San Fernando que guarda cuarentena en Mallorca.

Los padres reclamaron la realización de pruebas PCR para conseguir la libertad de sus hijos, incluso decidieron costearse los servicios de un laboratorio privado que finalmente no tuvo permiso para acudir al hotel Cassandra donde se hospedaban.

Ya trasladados obligatoriamente en el Palma Bellver, la totalidad del grupo de jóvenes dio negativo en un segundo test de antígenos y, del mismo modo, negativo en la prueba PCR el domingo 27.

Este miércoles 30 de junio, el Juzgado Contencioso-Administrativo número 3 de Palma se ha pronunciado sobre la «injusticia» por la que reclamaban los progenitores y ha decidido no ratificar el confinamiento forzoso de los jóvenes que «hayan dado negativo o a las que no se les ha practicado la prueba».

La juez asegura, dando la razón a las familias, que «el Govern no ha acreditado que estas personas se traten de contactos estrechos con los jóvenes contagiados en el brote detectado», considerando que «no es una medida proporcionada al limitar un derecho fundamental».

Las familias y los estudiantes gaditanos conservan la calma y evitan celebrar la resolución antes de tiempo. «No sabemos si tendrán que volver a realizarles otra PCR y si se tendrán que quedar, mientras tanto, en el hotel Covid».

Tampoco está claro cómo será su viaje de vuelta hacia San Fernando, los alumnos de la Compañía de María tenían programado su vuelo destino a la península este pasado martes 29 a las 15:50.

Bullying en redes sociales

A la espera de dilucidar las consecuencias del fallo del Juzgado de Palma, el grupo de 45 estudiantes permanece encerrado en las instalaciones del Palma Bellver, donde se calcula que 1 de cada 4 confinados es positivo en coronavirus, existiendo el temor a contagiarse para aquellas personas que son negativas si permanecen allí aislados.

Así como han proliferado distintas imágenes que advierten del comportamiento irresponsable de distintos jóvenes y habitantes de la zona participando en la compraventa de alcohol o tabaco, también los estudiantes han querido salir al paso denunciando la falta de productos básicos en el hotel Covid.

Muchas habitaciones no cuentan con productos de aseo personal o limpieza, ya que se han agotado y desde la recepción no dan abasto para satisfacer las necesidades. Del mismo modo, la comida ha sido objeto de crítica. Asimismo, un estudiante del grupo de San Fernando solicitó, hasta en 3 ocasiones ante la falta de respuesta, la presencia de un médico para que le recetase pastillas para su alergia. Están en un hotel de cuatro estrellas, pero «les tratan como en la cárcel», reafirma Jesús Cayetano.

Demostrando una auténtica falta de empatía, a través de las redes sociales muchos usuarios ridiculizan las protestas de los alumnos, de entre 17 y 18 años, quienes han sufrido una campaña de acoso desde su aislamiento.

«La gente no ha querido entender que nuestros hijos, y no puedo hablar por los demás, no han participado en esas fiestas que han causado brotes. Han metido a todos los jóvenes en el mismo saco y es una situación injusta», cuenta Jesús.

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