Alemania reconoce más de 18.000 abusos a menores anuales

ABC.- El año pasado, 17.168 niños menores de 14 años fueron víctimas de abuso sexual en Alemania. En casi uno de cada siete casos se trataba de niños que aún no habían cumplido los seis años, según la Oficina Federal de Policía Criminal (BKA), con sede en Wiesbaden. Además, 1.211 adolescentes de entre 14 y 17 años fueron también víctimas de abuso sexual. Los datos forman parte del informe de situación federal titulado ‘Delitos sexuales contra niños y jóvenes’ , que se ha publicado por primera vez este lunes y que en adelante se publicará anualmente con la intención de «sensibilizar a la sociedad sobre el problema», según el presidente de la BKA Holger Münch, «muy necesario, en vista del creciente número de denuncias y casos, para poder desarrollar estrategias de control y prevención a medida».

Este es el primer informe sobre abusos a menores que se publica en Alemania, si exceptuamos el informe sobre abusos en el seno de la Iglesia Católica, una auditoría independiente realizada por iniciativa de la Conferencia Episcopal alemana y cuyos resultados adquieren ahora una lectura mucho más precisa, en el contexto de datos generales que ofrece la BKA. Según el informe independiente publicado en 2018, los abusos en el seno de la Iglesia habían afectado a unos 3.600 niños entre 1946 y 2014.

Los datos proporcionados ahora por la BKA indican que, lamentablemente, el problema no se suscribe a la Iglesia, sino que afecta a toda la sociedad alemana de forma relativamente generalizada. A diferencia de la Iglesia Católica, por otra parte, ninguna institución, asociación deportiva o sistema educativo ha investigado a fondo o establecido protocolos de prevención. El Estado alemán se propone ahora seguir los pasos de la Iglesia con la publicación de los datos y el establecimiento de normativas que permitan perseguir y prevenir estos execrables delitos.

«Ningún perpetrador debería sentirse seguro y ninguna víctima debería quedarse sin ayuda, ha dicho la ministra federal del Interior, la socialdemócrata Nancy Faeser (SPD), que ha lamentado especialmente que el número de casos de distribución, adquisición y posesión de contenidos de pornografía infantil y juvenil haya aumentado significativamente. En 2022, la policía registró un total de 42.075 casos de contenido de pornografía infantil, lo que corresponde a un aumento del 7,5 por ciento en comparación con el año anterior, mientras que el número de casos de pornografía juvenil aumentó en casi un tercio (32,1 por ciento), hasta los 6.746 casos.

Al alza

El informe de la BKA arroja un total de 15.520 casos de abuso sexual entre entre menores y ofrece también una primera perspectiva estadística: en 2021, la cifra de abusos sexuales a niños fue de 15.507; en 2018 fueron 12.321 casos. A la espera de que posteriores informes anuales confirmen la tendencia, estaríamos viendo un problema al alza.

También aporta un perfil aéreo de los perpetradores: el año pasado fueron identificados en total 11.556 sospechosos, de los cuales 9.455 eran alemanes. El 94,3 por ciento o 10.901 sospechosos eran hombres. Se tata de un problema mucho más grave en el oeste y el sur de Alemania que en territorio oriental. La proporción de niños y adolescentes sospechosos superó el 30 por ciento.

En el 22,1% de los casos denunciados, el abuso se produce en el seno de la familia; en el 6% el perpetrador tiene una relación socialmente formalizada con la víctima y en el 30% esa relación es informal; y en el 29,4% de los casos no hay relación previa alguna entre el menor y el agresor. Según la BKA, eso sí, es probable que el número de casos no denunciados sea mayor que los casos que terminan viendo la luz. La experiencia policial sugiere que los menores suelen tener experiencias sexuales con personas de su misma edad o menores a una edad temprana y muchas veces no son conscientes de la responsabilidad penal de sus acciones.

«El informe expone claramente el terrible alcance de la violencia sexual contra niños y jóvenes. Los niños son los más vulnerables de nuestra sociedad. Protegerlos debe ser nuestra máxima prioridad. Debemos utilizar y optimizar todos los medios del Estado de Derecho para protegerlos mejor«, afirma el documento, »observar más de cerca y actuar siempre que haya una amenaza para los niños es una tarea central del Estado«.

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