Migrantes comparten sus experiencias y alertan del auge de la xenofobia

La Vanguardia.- Cuatro personas migrantes, con orígenes, periplos y perfiles radicalmente distintos, desde la huida política y económica de África a España a su salida por motivos profesionales, han puesto hoy rostro a la migración y han advertido del auge de la xenofobia y de que «aún queda mucho por hacer».

Nicole Ndongala, James Eduardo Díaz Otero, Mohammed Taroré e Irene Revuelta han protagonizado la charla coloquio «Historias de Vida», con la que la Secretaría de Estado de Migraciones han conmemorado el Día Internacional del Migrante.

Representan a dos perfiles completamente distintos de la misma moneda a la que la Secretaria de Estado de Migraciones, Consuelo Rumí, ha puesto cifra: en el mundo hay 260 millones de migrantes, el 3,4 % de la población mundial.

El periodista Nicolás Castellano ha moderado este debate en el que se ha abogado por una migración «ordenada y regulada» y se ha llamado a «eliminar estereotipos» en un contexto en el que los discursos xenófobos se usan como herramienta política.

De ello ha hablado Nicole Ndongala, directora general de Karibu, la misma ONG que la ayudó cuando llegó a España hace ya 20 años, huyendo de la violencia en su país, la República Democrática del Congo.

«Salí de mi país en 1998 por lo que pasó en Congo y está pasando en muchos países africanos: cuando tenemos elecciones, siempre terminan en drama», ha explicado Ndongala, que, dos décadas después de sufrir violaciones y detenciones, se ha convertido en un referente y una asesora para muchos migrantes.

Ella ya tiene la nacionalidad española, aunque, según el Padrón Municipal, a 1 de enero de 2017 había en España un total de 2.255.272 mujeres de nacionalidad extranjera, lo que corresponde a un 49,6 % del total de la población extranjera empadronada hasta la fecha.

«Detrás de cada inmigración hay una historia humana», ha recordado Ndongala, que ha remarcado que aún queda «mucho por hacer», porque hay personas que siguen «arriesgando sus vidas en el desierto, en el mar, y lo hacen en busca de paz».

Ha alertado también de que ahora hay «más casos de violencia hacia inmigrantes»: «No sé dónde vamos a llegar con todo esto, porque creo que España tiene que aceptar a sus nuevos vecinos, que estamos también compartiendo algo de nuestra cultura».

Coincide con ella el maliense Mohammed Taroré, que llegó en patera a Tenerife en 2008 tras el fallecimiento de su padre y su hermana, y después de intentar mantener al resto de su familia trabajando en una piragua en Níger y más tarde en Mauritania.

«Nos dijeron que íbamos a un barco y pensamos que era grande», ha rememorado Taroré sobre un viaje en el que se hacinaron 61 personas en una barcaza que llegaría a Canarias, aunque después él pasaría por Málaga, Sevilla y Barcelona hasta asentarse en Cartagena (Murcia).

En 2013 obtuvo la autorización de residencia y el permiso de trabajo gracias a un contrato como mecánico, y, actualmente, está empleado como jardinero en Cartagena, colabora como traductor e intérprete de la Ong Accem y cursa la ESO en un centro de educación para adultos.

Frente a esas historias de falta de recursos está James Eduardo Díaz Otero, que tiene una autorización de trabajo como profesional altamente cualificado a través de un contrato gestionado por la Secretaría de Estado de Migraciones.

«Ha sido una situación muy distinta a la del resto de ponentes, lo que no significa que no haya habido cierta incertidumbre», ha matizado Díaz Otero, quien, escuchando a sus compañeros de panel, se «ha dado cuenta» de que su pasaporte como nicaragüense «vale un montón».

Viajó el pasado noviembre España acompañado de su familia, compuesta por su mujer y sus dos hijos, y es Gerente de programas y proyectos en Telefónica NetCracker.

«Vayamos, vengamos… Somos todos personas, así que tenemos que aprender a respetarnos», ha sentenciado Irene Revuelta, española diplomada en Dirección de Empresas y Actividades Turísticas que ha vuelto a España gracias al proyecto Volvemos.

En relación con ese programa, la secretaria de Estado de Migraciones ha apuntado que el Gobierno está trabajando en un plan de retorno con medidas interdepartamentales para los españoles que quieran volver a España y ha expresado su orgullo porque el Gobierno haya conseguido que España se adhiera al Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular de la ONU.

Rumí ha criticado el uso partidistas de la migración y ha calificado de «políticamente irresponsables e indecentes» a los que lo hacen. EFE

 

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