«Albóndiga humana, huérfano»: la Guardia Civil recibe dos denuncias de un niño por el acoso que sufre con solo doce años

SER.- El infierno de Pablo -cuyo nombre no es real para proteger su identidad- empezó en septiembre de 2023, cuando ingresó en primero de la ESO en el Instituto de Enseñanza Secundaria El Doctoral, en Gran Canaria. «Mi hijo ha sufrido dos agresiones a manos de cinco de sus compañeros, que lo acorralaron, se burlaron de él y le robaron la botella de agua para jugar al fútbol con ella», explica Trinidad González. En el forcejeo con los niños uno de ellos le agredió provocándole heridas en la boca que acreditó ante la Guardia Civil con un parte de lesiones. En la primera de las denuncias, presentada ante la Benemérita en noviembre del año pasado, el niño relata los insultos que recibe: «puto gordo, niño sin padre, huérfano, gordo de mierda, eres un pera o albóndiga humana», son algunos de ellos. «El director del centro me dijo que no me preocupara, que se tomarían medidas contra los agresores», explica González. El agresor fue expulsado durante quince días del centro y finalmente, volvió a clase, amenazando e insultando de nuevo a Pablo.

Un mataleón y patadas en el recreo

Según avanzó el curso, Pablo empezó a sufrir algunos de las primeras consecuencias del acoso escolar: suspensos y problemas de salud mental. «Se volvió más introvertido, pedí ayuda psicológica y tras varias sesiones de terapia llegamos a la conclusión de que algo grave ocurre en el instituto», explica Trini. «Al niño le afecta bastante que le llamen huérfano y niño sin padre», añade. «La respuesta del centro es la misma: él también molesta, provoca y agrede«, dice. De hecho, la propia madre reconoce que Pablo también recibió varios partes del colegio y acabó siendo expulsado durante unos días del centro a principios del año 2024.

«Acepto la expulsión de mi hijo del centro si él también lo ha hecho mal», explica Trinidad, que justifica en parte su comportamiento por la situación que está sufriendo. Tras la expulsión, las cosas fueron a peor. «Me cuenta que lo agreden, le hacen un mataleón y lo linchan a patadas, a lo que mi hijo responde con empujones», explica su madre en un vídeo difundido en redes sociales. Según el relato de su madre, Pablo dejó de salir por la puerta principal porque varios niños le esperaban en la puerta para agredirle.

Lo más grave ocurrió en mayo, una agresión en la que tuvo que intervenir su propia madre en la puerta del centro. «Un grupo de varios niños me confirmaron que le iban a pegar, me llamaron puta vieja, me dijeron que tenía más años que la Biblia, todo esto delante del resto de niños», explica Trinidad en un vídeo. Lo ocurrido aquel día motivó la segunda denuncia ante la Guardia Civil. «El motivo de mi denuncia es que la dirección del centro no me llama para avisarme, están mirando para otro lado», denuncia Trinidad.

Se activa el protocolo anti acoso

La consejería de Educación cuenta con un sistema de prevención del acoso escolar independiente que interviene en los casos de acoso escolar a petición de las familias. Trinidad recurrió a este servicio para denunciar el caso. «El director dice que le dan pena los agresores porque son niños de familias desestructuradas que van a acabar en la calle o en centros de menores», explica Trinidad. «A mí lo que me preocupa es que mi hijo está siendo agredido y acosado desde principios de curso y nadie se lo ha tomado en serio ni ha tomado medidas para protegerle», concluye.

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