Asociaciones de padres contra bandas latinas: en algunos colegios ya se piden detectores de armas
El Mundo.- Las pandillas juveniles siguen dando de qué hablar en la capital. Más allá de sus 28 sentencias de homicidio, las 66 por lesiones y las 13 de torturas dictadas por la Audiencia Provincial de Madrid entre 2017-2022, el tercer Observatorio de Bandas Latinas realizado por el Centro de Ayuda Cristiano desprende datos preocupantes.
Un 33% de los profesores encuestados admite tener en sus colegios miembros activos de las bandas, principalmente de los Trinitarios y los Dominican Don’t Play (DDP). Algo que se traduce en la presencia de pandilleros en 34 centros educativos de la región. Es más, uno de cada tres padres y profesores considera que estas pandillas son la principal amenaza que sus hijos y alumnos pueden encontrar en las escuelas, muy por encima de la venta de drogas, la inseguridad ciudadana, los locales de apuestas y el vandalismo.
Incluso algunas AMPAS han solicitado instalar arcos detectores de armas en los accesos a los centros educativos. Asimismo, tres de cada cuatro padres y nueve de cada 10 profesores consideran que esta problemática ha aumentado en sus barrios y colegios en los últimos años: para un 88% entre mucho y bastante y, el 74% afirma que puede suponer una amenaza en el futuro.
La encuesta, encargada a GAD3, ha sido realizada a 130 centros concertados, 108 públicos y 25 privados de 22 municipios de la Comunidad de Madrid. En este informe también se revela que un 10% de los profesores relaciona a las pandillas con la prostitución. Este fenómeno ya había sido detectado por el Centro de Ayuda Cristiano, que en los últimos tiempos ha tenido que implementar programas específicos de reinserción para chicas jóvenes que se iniciaron en la prostitución, precisamente al poco de entrar en bandas juveniles al tener que aportar recursos económicos para sufragar las necesidades de la banda.
VINCULADOS A LA SANTERÍA
Del mismo modo, es conocido que estas agrupaciones invierten en criptomonedas y utilizan a hackers para fraudes informáticos a entidades financieras. O que está habiendo un auge entre los pandilleros al movimiento Sugar baby (hombres mayores de 40 años que ofrecen a mujeres jóvenes una compensación económica a cambio de su compañía) o vinculados a actos de santería (con pollos degollados, huesos de humanos y plumas de por medio).
En febrero de 2022, la Delegación de Gobierno de la Comunidad de Madrid inició un plan antibandas para la detención de miembros pertenecientes a estos grupos violentos. Hasta agosto, la Policía Nacional ha detenido a 772 personas, incautado 485 armas y levantado 4.383 actas por posesión de droga, identificando a 86.697 personas.
En la actualidad las bandas ya no sólo están formadas por miembros de origen latino, también hay personas magrebíes, subsaharianos, filipinos y españoles. Además, han aparecido los denominados bulteros, que son individuos colaboradores que no pertenecen a la banda pero que se atribuyen tal condición a la hora de cometer delitos.
A través de diversos testimonios, el Centro de Ayuda Cristiano ha sabido que dentro de los centros penitenciarios españoles las bandas mantienen su actividad.
Aunque en algunas prisiones se intenta separarlos por módulos y que no coincidan a la hora del patio, resulta complejo evitar el contacto entre pandilleros enemigos, lo que siempre provoca roces.
Del mismo modo, el Centro de Ayuda Cristiano ha detectado la creación de grupos vecinales que se movilizan para erradicar del barrio a las bandas juveniles violentas. Se han visto estos grupos en Usera y Villaverde. Estos grupos de vecinos inicialmente se habían congregado para acabar con la okupación y la inseguridad en sus calles.