La Vanguadia.- Primero se reportaron casos de xenofobia en España contra chinos; ahora, en China contra extranjeros; en Alemania, contra los franceses; o en África, contra los ‘corona’
El Debate de los Lectores de La Vanguardia se centra hoy en la pregunta: ¿Está aumentando el racismo y la xenofobia a raíz de la pandemia de la Covid-19? Si es así, ¿aún se incrementará más a medida que haya más dificultades económicas y sociales, a parte de las sanitarias?
El ámbito de análisis no es solo local, sino que es un fenómeno global. Hay ejemplos alrededor del mundo que invitan a la reflexión. Al principio de la crisis del coronavirus, cuando solo afectaba básicamente a China, los ciudadanos chinos en otros países, como España, vieron cómo
eran víctimas de actitudes xenófobas.
“Es increíble. Nunca he tenido problemas con mi origen. Todos en el colegio sabían que era adoptada, algo que también conocían mis compañeros de instituto. No lo proclamábamos; sencillamente era evidente al ver a mis padres… Nunca me he sentido distinta, ni he sentido mal rollo por mis ojos rasgados, que es lo único que tengo de China”, explicaba a principios de febrero Lucía, de 17 años, una joven nacida en China y adoptada antes de cumplir los 2 años por una pareja española de Alcalá de Henares (Madrid).
Ahora, las tornas se han cambiado. “En China se vive ahora cierta discriminación y escrutinio extra hacia el ciudadano de apariencia no asiática: en muchos comercios o controles llaman a seguridad y no te dejan pasar”, relataba Juan Manuel García-Cano, profesor de oboe en la Soochow University School of Music de Suzhou (Jiangsu), en su reciente crónica
¿Qué recelos al extranjero ha generado la crisis de la Covid-19 en China?.
El Lector Corresponsal de La Vanguardia en Etiopía Gonzalo Guajardo-F. Caballos señala que “también en Etiopía, como en otras muchas partes del mundo,
a los extranjeros se les empezó a llamar ‘corona’. En el mejor de los casos, los etíopes evitaban a los extranjeros por la calle, en el peor, se les denegaba el acceso a los comercios o se les increpaba, física o verbalmente. El miedo siempre aviva la llama del racismo”.
La situación entre los propios ciudadanos de la Unión Europea tampoco ha sido muy alentadora, con comentarios de dirigentes de los Países Bajos contra Italia o España. O el caso de xenofobia creciente contra los franceses en Alemania.
El ministro de Asuntos Exteriores alemán ha tenido que condenar las agresiones y vejaciones sufridas en algunos pueblos del Sarre.