Barça tricampéon: el placer de ser las mejores del fútbol femenino

La Vanguardia.- Han pasado de correr en campos sin público a salir en televisión y ganar la Champions. Ellas, que no tuvieron modelos que seguir, son conscientes de que son un referente para las miles de niñas que hoy sueñan con llegar a lo más alto.

Si el deporte femenino está más en auge que nunca, uno de los grandes culpables es el Barcelona. Las blaugrana han hecho historia conquistando la primera Champions del fútbol español y levantando un inédito triplete esta temporada (Liga, Champions y Copa de la Reina). Un éxito deportivo incontestable, pero que gana más valor si se pone en contexto con un par de cifras.

Cuatro años. Esta es la edad que tenía Aita­na Bonmatí, jugadora del Barça, cuando el femenino se integró como sección oficial del club en el 2002. El pasado 16 de mayo, la de Sant Pere de Ribes levantó, además del trofeo de la Champions, el título de mejor jugadora de la final. Su figura representa a la perfección el exitoso proyecto de cantera del Barcelona y como con constancia y mucho trabajo es posible llegar a lo más alto.

2015. Es el año en el que se profesionalizó el Barça femenino. Solo seis años después el club ha llegado a lo más alto y ha pasado del ostracismo más absoluto, con partidos sin televisión y con decenas de aficionados en las gradas, a liderar el fútbol femenino español y codearse con los grandes de Europa.

El deporte ha sido siempre un gran motor de cambio. Su capacidad de atracción sobre las masas le ha otorgado a lo largo de la historia un poder difícil de ignorar, y el fútbol femenino no es una excepción. La trascendencia que tienen estas victorias va más allá de los trofeos en las vitrinas del museo del club. Las jugadoras ahora son reconocidas, protagonizan campañas publicitarias y las marcas se fijan en ellas por los valores de esfuerzo y superación que encarnan.

Hace algunos años sería impensable ver a las futbolistas en imágenes como las que ilustran estas páginas, enmarcadas en la línea de moda sostenible Organic Cotton Collection del propio club. Acumulan decenas de miles de seguidores en las redes sociales, sus partidos cada vez son retransmitidos por más plataformas, y proliferan los clubs de fútbol femeninos.

Ellas son conscientes de la repercusión que se ha ganado en los últimos años y de la importancia que tiene en las futuras generaciones. El discurso de la capitana del Barça, Vicky Losada, después de ganar la Champions resume a la perfección este sentimiento: “A mí me hubiese gustado soñar con ganar la Champions, y ahora las niñas lo pueden hacer. Hemos abierto muchas puertas y vamos a seguir abriendo muchas más. No se trata solo de ganar, sino de lo que se crea en un país entero. Mucha gente no se da cuenta, pero es un paso de gigante”.

Las jugadoras actuales, como la propia Losada, Aitana Bonmatí o Caroline Graham Hansen, crecieron sin referentes femeninos. Ser futbolista profesional no era una opción para las niñas. Hoy, gracias a ellas, esto ha cambiado. Esta es la conquista más importante de esta generación que disfruta de los éxitos y que sigue luchando por abrir todas las puertas a las niñas que hoy ya sueñan con ser Jenni Hermoso, Alexia Putellas o Marta Torrejón.

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