Benedicto XVI afirma que «cualquiera que se oponga al matrimonio homosexual es socialmente excomulgado»

ABC.-El periodista alemán Peter Seewald publica una nueva biografía de Benedicto XVI

No es la primera vez que el periodista alemán escribe sobre Benedicto XVI. A raíz de una entrevista en 1996, concedida por entonces cardenal Joseph Ratzinger, escribió un libro titulado «La sal de la Tierra», un retrato ajeno a los estereotipos que a menudo se le aplicaban entonces, cuando en Alemania era apodad0 «Panzer cardenal» o «Gran Inquisidor”.

Al igual que el primero, su segundo libro titulado «Con Dios el mundo es otro», alcanzó el primer lugar en las listas de los más vendidos y ambos trabajos fueron forjando una estrecha relación entre entrevistado y entrevistador. En el verano de 2010, Seewald mantuvo durante varios días en Castel Gandolfo, una larga entrevista con el Papa que dio lugar a un tercer libro bajo el título «Luz del Mundo». La nueva biografía que llega hoy a las librerías alemanas es, por tanto, el cuarto libro de Seewald sobre el mismo tema y, a pesar de la campaña de lanzamiento centrada en la polémica, no hay en realidad grandes novedades respecto a los anteriores.

No es ninguna novedad, por ejemplo, que Benedicto XVI se manifieste en contra del matrimonio homosexual. «Hace cien años, se habría considerado absurdo hablar de matrimonio homosexual,hoy nos excomulgan socialmente cuando nos oponemos a él. Pasa lo mismo con el aborto o la creación de humanos en el laboratorio», asegura.

Tampoco es nuevo que exprese su disconformidad con las líneas imperantes en la teología alemana. «El espectáculo de las reacciones de la teología alemana es tan aberrante y malintencionado que prefiero no hablar de ello», aparece entrecomillado por Seewald, “prefiero no analizar las razones reales por las que simplemente quieren hacerme callar».

Según ha confirmado el autor, Benedicto XVI tuvo ocasión de leer al menos algunos capítulos del libro antes de su publicación y le escribió una carta en la que decía que le había gustado especialmente la parte sobre la encíclica «Con gran preocupación», de 1937. «Ese es un capítulo modelo de información detallada sobre la situación histórica, sobre mi vida en el pasado y, finalmente, una declaración exhaustiva sobre la iglesia perseguida», fue su reacción a lo escrito por Seewald, que, sin embargo, no puede asegurar que le gustasen todos los capítulos.

El escritor afirma que su intención con esta nueva biografía ha sido “profundizar”, a la vez que “llevar al lector a un viaje histórico y espiritualmente emocionante y fructífero”. Seewald defiende la vigencia del Papa emérito, dice que es “un Papa eternamente actualizado”.

En el libro, Ratzinger asegura que tiene buenas relaciones con el Papa actual. «Como usted sabe, mi amistad personal con el Papa Francisco no solo se mantuvo sino que se desarrolló», afirma y se queja de ser a veces «víctima de una deformación malintencionada de la realidad».

El texto, que supera las 1.000 páginas, abarca desde su nacimiento hasta su renuncia, el 11 de febrero de 2013, aunque seguramente la parte más valiosa es el epílogo, que contiene valoraciones personales de balance de su propio pontificado. En respuesta a preguntas de Seewald, Benedicto XVI reconoce en esas últimas páginas que “los principales obstáculos vinieron de fuera, no vinieron de la Curia. Yo no quería solo ni en primer lugar impulsar la purificación del pequeño mundo de la Curia, sino de la totalidad de la Iglesia”.

“Los hechos han demostrado que ha sido sobre todo la crisis de fe la que ha conducido a una crisis de la existencia cristiana. Esa es la que un Papa debe tener principalmente delante de sus ojos”, contesta, y recalca que “la verdadera amenaza para la Iglesia y, por lo tanto, para el oficio de Pedro, no reside en esas cuestiones, sino en la dictadura mundial de ideologías aparentemente humanistas, cuya negación implica ser excluido del consenso social básico”.

“La sociedad moderna, concluye, está formulando un credo anticristiano y castigará con la exclusión social a quien se resista a él. Es totalmente natural el temor a este poder espiritual del Anticristo, y se hace necesario realmente el auxilio de la oración de todo el episcopado y de toda la Iglesia mundial para resistirlo”.

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