Cada dos semanas se pierde una lengua indígena
La Vanguardia.- En el mundo se hablan cerca de 7.000 idiomas, de los cuales el 95% son lenguas indígenas, y la mitad de ellas está en peligro de extinción
Las lenguas definen la identidad de las personas y son el gran pilar de cualquier cultura del mundo. Cada una de ellas manifiesta un pensamiento, una cosmogonía y una percepción distinta del planeta tierra. Sin embargo, a pesar de la importancia y el valor incalculable que tienen, muchas lenguas estan en peligro de extinción, y con ellas la cultura y los sistemas de conocimiento milenarios que tienen en su poder.
Según la UNESCO, en el mundo se hablan cerca de 7.000 idiomas. De este número, se estima que 6.700 son lenguas indígenas, de las cuales 2.680 -un 40%- corren el riesgo de desaparecer.
Con el fin de sensibilizar sobre las necesidades de estas poblaciones, cada 9 de agosto se celebra el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, y este año Naciones Unidas quiere conmemorar en especial a las lenguas de estas poblaciones, que se encuentran en una creciente situación de vulnerabilidad.
Para los pueblos indígenas, las lenguas no son únicamente símbolos de identidad y pertenencia a un grupo, sino también vehículos de valores éticos.
Las poblaciones indígenas
Las poblaciones indígenas tienen una lengua, una cultura ancestral y un territorio colectivo propio, organizado mediante una forma de gobierno, el “cabildo” o el “resguardo”. Esta organización esta integrada por miembros de la comunidad indígena, elegidos y reconocidos por ésta, con una organización sociopolítica tradicional, cuya función es representar legalmente a la comunidad, ejercer la autoridad y realizar las actividades que le atribuyen las leyes, sus usos, costumbres y el reglamento interno de cada comunidad.
Existe una gran diversidad de poblaciones indígenas, algunas más numerosas, conformadas por 300.000 o 400.000 habitantes, y otras más reducidas, que están en preocupante peligro de extinción.
Entre estas comunidades menos pobladas encontramos a los “Siripos”, un colectivo indígena de Colombia, conformado por 68 personas , en un resguardo llamado “Callo Mochuelo”. Como detalla a La Vanguardia José Navia, periodista especializado en conflictos armados de comunidades indígenas en Colombia, “esta población está en peligro de desaparición tanto cultural como físicamente”.
El periodista colombiano asegura que “si hay una enfermedad mortal en esta población, en pocos días pueden desaparecer los 68 representantes que quedan, y eso supondría la pérdida de un legado milenario, con conocimientos en agricultura, clima, cosmogonías, entre otras riquezas”.
Factores de extinción
Pese a las diferencias culturales de las diferentes comunidades, los pueblos indígenas de todo el mundo comparten problemas comunes a la hora de proteger sus derechos como pueblos diferentes.
Las poblaciones autóctonas han buscado durante años el reconocimiento de sus identidades, su forma de vida y el derecho sobre sus territorios tradicionales y recursos naturales. Pese a ello, Naciones Unidas dice que a lo largo de la historia, sus derechos han sido siempre violados.
Cuando las condiciones son insostenibles, los habitantes de las comunidades indígenas salen de sus territorios, a veces de forma masiva, y se trasladan a las grandes ciudades.
“Los factores que fuerzan a los indígenas a marcharse de su casa son numerosos” asevera José Navia, que ha identificado una serie de causas que son visibles en Colombia, un país con 105 pueblos indígenas y 80 lenguas distintas, y que es una fotografía de la situación que viven estos colectivos en toda Sudamérica.
1- El principal factor es la política de los estados. La mayoría de gobiernos no permite crear una educación que preserve la cultura de estas poblaciones, y deja de enseñar en los colegios el idioma original de la comunidad, imponiendo una lengua globalizada.
2- La dinámica de conflicto, la colonización, las bandas armadas y los narcotraficantes son las causas más violentas de eliminación de un colectivo indígena. Los colonizadores menosprecian y prohíben la lengua propia de estas poblaciones, incluso vetan la admiración a sus dioses o llevar su ropaje original, hasta el momento en que se avergüenzan de ellos mismos y de su antepasado.
3- La minería es otra de las razones que obliga a salir a los indígenas de sus territorios sagrados. En Colombia están entregando licencias para destrozar ríos y selvas con maquinaria. Asimismo, cada vez son más los proyectos de construcción de hoteles, entre otras infraestructuras turísticas.
4- Las nuevas tecnologías también han llegado a las poblaciones indígenas. Actualmente, es muy fácil conseguir un teléfono móvil o una televisión, y estos aparatos facilitan mensajes e imágenes de los medios de comunicación a los habitantes de las pequeñas comunidades y les enseñan así la vida de las grandes ciudades. Esto provoca que aprendan otro idioma, sueñen con un futuro fuera de su territorio y quieran conocer mundo. Por ejemplo, Navia cuenta a La Vanguardia que es muy común encontrarse camisetas del Barça o del Madrid en equipos de fútbol indígenas, incluso los mismos peinados de futbolistas reconocidos.
5- Cada vez es más urgente para los indígenas la necesidad de comunicarse con los centros urbanos. El uso del español o el inglés, por ejemplo, les facilita poder defenderse en sus negocios. Por lo tanto, el aprendizaje de una l engua globalizada pasa a ser prioritario en la educación de una comunidad indígena.
Más que una lengua
La desaparición de un idioma supone la extinción de un pueblo con unas características especiales y una fuerte personalidad. No pueden ser desplazados del mapa dueños de territorios ancestrales, concretamente más de 5.000 grupos distintos de 90 países.
Los indígenas se enfrentan actualmente a una serie de desafíos considerables, entre ellos la creciente migración, las desventajas educativas, la presión para la asimilación cultural, la reubicación forzosa, la violencia por motivos de género y otras formas de discriminación, la pobreza, así como el acceso limitado a los servicios de salud, empleo, información y conectividad.
Frenemos la pérdida continuada de culturas minoritarias, que suponen el 95% del total de nuestros idiomas, y reconozcamos la identidad y los derechos humanos de estos colectivos.