Carmen Calvo urge a la RAE a que elabore un informe sobre el uso del lenguaje inclusivo en la Constitución
El Mundo.- La Academia retoma la discusión sobre una posible reforma verbal de la Carta Magna solicitada por el Gobierno
Los miembros de la Real Academia Española (RAE) discutieron por primera vez esta jueves un nuevo informe sobre la conveniencia de adaptar la redacción de la Constitución de acuerdo con criterios de lenguaje inclusivo.
El encargo, que había sido expresado por la vicepresidenta Carmen Calvoen julio de 2018 para «adecuar la Constitución a un lenguaje que incluya a las mujeres», ha vuelto a la agenda de la RAE, tras un año de olvido, después que la vicepresidenta en funciones haya insistido en que se acabe el trabajo iniciado entonces, según han confirmado fuentes de la RAE a este diario.
¿Por qué el paréntesis de estos meses? Durante este tiempo, se ha explicado desde el entorno de la Real Academia Española, el Gobierno de Sánchez perdió interés en la reforma verbal de la Constitución porque una iniciativa así era inviable en un año electoral muy inestable.
Ahora Carmen Calvo ha decidido retomar el asunto y ha urgido a la RAE a que adopte una postura.
En cualquier caso, el pleno de este jueves no ha dado como resultado la emisión de una conclusión, ya que, según explican en la Academia, el trabajo es complejo y requiere de varios debates entre los académicos antes de poder hacerse público. Según académicos consultados por EL MUNDO, el informe definitivo de la RAE podría tardar tres o cuatro semanas y se entregará en enero.
El documento de base para este debate es un informe elaborado en otoño de 20018 por los lingüistas Pedro Álvarez de Miranda, Ignacio Bosque, Paz Bataner e Inés Fernández Ordóñez.
La reunión de los académicos se ha concentrado en la ciencia lingüística, en la filología, y se ha decidido omitir por completo cualquier cuestión política. De hecho, durante las conversaciones Mario Vargas Llosa ha llegado a solicitar a sus compañeros que «centraran» el debate en el lenguaje.
De los cuatro ponentes, la figura que más se ha manifestado en público sobre el tema ha sido Álvarez de Miranda, que hace un año publicó el ensayo Lenguaje y género (editorial Turner).
En sus páginas, el académico asumía la asimetría un poco anacrónica del idiomaen sus estructuras, pero pedía prudencia a los que solicitan una reforma de arriba a abajo de la gramática según criterios de inclusividad: «En ningún idioma ha cambiado sus estructuras porque alguien lo quisiera así. Los idiomas cambian muy poco a poco y movidos por el conjunto de sus hablantes. Pretender lo contrario es dar cabezazos contra la pared, perder energías para otras batallas más útiles y dirigirse a la frustración», manifestó entonces el académico a este diario.
Más o menos, ése ha sido también el discurso que ha manifestado Santiago Muñoz Machado desde que asumió la dirección de la RAE. En enero de este año, por ejemplo, Muñoz Machado habló sobre lenguaje inclusivo en Salamanca y se mostró abierto la opción a que se hagan «movimientos que visualicen más» el sexo femenino en el lenguaje español. Pero con prudencia: «La Academia no está cerrada a esas aperturas cuando sean razonables, y que no tengamos que decir muchas cosas para decir un solo concepto, para explicar una sola idea».