Castigan a una niña australiana por denunciar el racismo del himno nacional y una senadora pide que le den «una patada en el culo»
Fuente: 13/09/2018
Fuente: La Sexta
Con nueve años tiene claro que el himno que cada día le obligan a cantar en el colegio no está bien porque se discrimina a los aborígenes australianos. Así que Harper decidió plantarse, no cantar y quedarse en silencio. Su protesta ha generado todo un revuelo político e incluso algunos han pedido que se expulse a la niña del colegio.
Castigada por pensar: a sus nueve años, Harper se ha dado cuenta de que varios pasajes de su himno nacional le parecen una herencia racista postcolonial con la que no comulga y ante la que se niega a levantarse.
Una de las estrofas reza «adelante la Australia justa» y ella explica que cuando la letra ensalza a ‘los justos de Australia’ se está refiriendo a gente blanca. El himno también habla de que son «jóvenes y libres» y ella apunta que «hablar de una nación joven y libre desprecia a los aborígenes, que estaban aquí mucho antes».
Harper defendió su derecho a la protesta silenciosa y tampoco quiso irse fuera durante el himno, como le mandaban. Una reivindicación razonable para sus padres, que no entienden tanto castigo y menos la tormenta política que ha desatado entre los conservadores.
«Vergüenza debería darle a sus padres utilizarla como un peón político, ¡deberían expulsarla si sigue comportándose como una malcriada!», apuntan algunas voces críticas, e incluso una diputada llegó a decir que a esta concienciada pequeña le habían «lavado el cerebro» y se merecía «una patada en el culo». Una muestra más de lo polarizantes e irracionales que pueden resultar los símbolos nacionales.