Cinco mentiras construidas sobre los menores migrantes no acompañados
Público. El colectivo Espacio del Inmigrante desmonta en un vídeo, con relatos en primera persona, los prejuicios construidos sobre estos jóvenes que han llegado solos a España. No son delincuentes. No son drogadictos. No son vagos. Sólo quieren un futuro, denuncian.
No son delincuentes. No son drogadictos. No son vagos. Sólo son niños, adolescentes que han llegado solos al país, sin la compañía de sus padres ni familiares, con la esperanza de encontrar un presente y, sobre todo, un futuro con más posibilidades que el dejaron atrás. En Público intentamos esbozar una Radiografía de estos chavales y chavalas migrantes que ya llevan tiempo llegando al país, de cómo y dónde viven y de quiénes se preocupan por ellos.
Hace varias décadas que el fenómeno de los menores que migran solos comenzó a notarse en las calle españolas, sobre todo en ciudades como Ceuta o Melilla, al otro lado del Estrecho, aunque ya comienza a percibirse en las ciudades andaluzas y las grandes urbes del país, como Madrid o Barcelona, a donde se desplazan en busca de trabajo o personas conocidas que ya pasaron por la etapa migratoria. Sobre ellos circulan todo tipo de bulos, prejuicios y generalizaciones que han dibujado un imaginario de delincuencia, marginación y conflictividad que, según denuncian ellos mismos, no se corresponde con la realidad.
Por eso, «ante la creciente violencia, el racismo y discriminación que viven los niños y las niñas, mal llamados técnicamente menas (menores extranjeros no acompañados), surge la necesidad propia del colectivo de desmentir cinco de las grandes falsedades que se han convertido en verdad para deshumanizar y para justificar la violencia hacia este colectivo, uno de los más perseguidos por la Policía, por los medios de comunicación, y por los políticos, con el cual se quiere justificar todo uso de violencia, represión, castigo hacia estos jóvenes, que lo único que buscan es una vida mejor para poder ayudar a sus familias y para salir adelante», denuncia el colectivo Espacio del Inmigrante, un grupo de personas que se ha organizado en el barrio del Raval de Barcelona para dar un espacio de acogida y acompañamiento y asesoría jurídica, sanitaria y psicológica a aquellas personas que se encuentran excluidas por su situación legal, económica o administrativa.
«Presentamos este vídeo, relatado en primera persona, en el que en unos minutos explican sus experiencias, sus vivencias, y sobre su propia autoimagen, que no corresponde a la que los grandes medios de comunicación han construido de ellos. Es un intento de construir un nuevo relato, abrir una ventana, para que la gente sea consciente de que los jóvenes y/o niños no acompañados tienen sueños, ilusiones, deseos, y sobre todo derechos, para salir adelante y que no sean maltratados ni violentados», expone el colectivo.