Los Disturbios de Stonewall del 28 de junio de 1969 en Nueva York, dieron paso al inicio del movimiento asociativo, originando un año después la que fue considerada primera manifestación del Orgullo.
Un Orgullo más hacemos un repaso por películas del último año para trabajar la diversidad y visibilizar las diferentes forma de amar, por desgracia este trabajo sigue siendo necesario.
Empezamos con la islandesa
Heartstone, corazones de piedra de Guðmundur Arnar Guðmundsson. La cinta narra la historia de amistad y amor entre dos chicos, muy amigos entre sí, en una pequeña población islandesa. A medida que uno intenta ganarse el interés de una chica, el otro descubre nuevos sentimientos hacia su mejor amigo.
Seguimos con
Disobedience de Sebastián Leilo una historia de amor entre dos mujeres bien contada, bien hecha y bien tratada. Un drama que nos muestra lo difícil que es ser mujer y sentirse atraída hacia otras mujeres habiendo nacido en el seno de una comunidad judía ultraconservadora. Disobedience es una película muy necesaria ya que de 109 películas analizadas por la ONG GLAAD (Alianza Antidifamación de Gays y Lesbianas), solo 14 incluyeron personajes LGTB durante el pasado año 2017. Sobra decir lo ridículo que suena esto.
No abandonamos a Sebastián Leilo y no puede falta en este repaso a la oscarizada
Un mujer fantástica, La vida de Marina (Daniela Vega) cambia para siempre cuando Orlando (Francisco Reyes), con el que planea un futuro juntos, muere en sus brazos. Ser una mujer transes una aberración para la familia del fallecido, y razón suficiente para que las autoridades investiguen su muerte… Todo un canto contra la transfobia capaz de conseguir con su éxito que la situación de las personas trans en Chile cambie.
Con amor, Simón de Greg Berlanti es nuestra siguiente recomendación. Con amor, Simón trata la homosexualidad en la etapa estudiantil como algo totalmente natural de lo que no hay que avergonzarse ni tampoco esconderse, sino todo lo contrario, exhibir con orgullo para integrar la aceptación de los colectivos LGBTI en nuestro tejido social.
En ese sentido ‘Con amor, Simon’ es una película importante, porque ayuda a derribar barreras, a saltarse los tabúes de generaciones anteriores y proponer un nuevo espacio de libertad para trabajar por conseguir un futuro sin exclusión.
Continuamos con la receptora del Premio Especial del Jurado y el mejor guion del último Festival de Sitges,
Thelma de Joachim Trier, Thelma recibe el nombre de su joven protagonista, que no es en absoluto una chica normal, pero no por ser lesbiana, como ella teme, sino por los extraños poderes que alberga en su interior…
Vamos ahora con 120 pulsaciones por minuto de Rober Campilo. Gran Premio del Jurado del Festival de Cannes, el tercer largo de Robin Campillo («Eastern Boys») logra, a través del activismo y regresando a los primeros años del sida, firmar un conmovedor canto de amor a la vida.
París, principios de los años 90. Un grupo de jóvenes activistas intenta generar conciencia sobre el sida. Un nuevo miembro del grupo, Nathan, se quedará sorprendido ante la radicalidad y energía de Sean, que gasta su último aliento en la lucha.
Mario vuelve a presentarnos de forma audiovisual una historia en la que sus protagonistas encuentran dificultades para ser felices debido a la condición sexual de los mismos, esta vez desde el mundo del deporte, donde los clichés machistas y homófobos se multiplican.