Crimen de bandas en Villaverde: detenidos tres DDP por la muerte a tiros de un menor de 15 años en una plazoleta

ABC.- Un plan calculado, dibujado desde Alcobendas a Villaverde, orquestado para hacer daño al bulto. La Policía Nacional ha detenido a tres jóvenes por el asesinato a sangre fría de William, un menor de 15 años ejecutado la noche del pasado 4 de diciembre en una plazoleta de Villaverde, a dos pasos del portal de su casa. Se trata de un individuo de 21 años y nacionalidad cubana, con antecedentes por lesiones, amenazas, estafa y pertenencia a organización criminal; otro de 22 años, dominicano, con reseñas por delitos contra la salud pública, robo con violencia y pertenencia a organización criminal; y una mujer de 21 años española y sin historial delictivo hasta ahora.

Ello significa que los dos varones ya estaban fichados por la Brigada de Información como miembros activos de una banda, en este caso de los Dominican Don’t Play (DDP), el principal y casi único extremo manejado desde el inicio de la investigación. La víctima, William, español pero de ascendencia dominicana, no estaba catalogado por los agentes como integrante de los Trinitarios, aunque sí le situaban en la órbita debido a sus relaciones de amistad con otros pandilleros.

Esa noche, el adolescente, que acababa de cumplir 15 años apenas dos semanas antes, se encontraba junto a un grupo de amigos en una de las mesas de ajedrez de la plaza de la calle de Angosta, cuando uno de los dos varones detenidos se acercó con el rostro oculto por una mascarilla y le descerrajó dos tiros. Tras ello emprendió la huida a pie, si bien aún tuvo tiempo de girarse y apretar el gatillo de nuevo contra otro de los compañeros de William que trataba de alcanzarlo.

Ninguno de los dos disparados eran en realidad el objetivo concreto del pistolero, miembro del coro de los DDP de Alcobendas, uno de los más peligrosos de la región. Los investigadores creen que este actuó movido por una venganza para causar el mayor daño a los Trinitarios, por lo que William solo tuvo la desgracia de estar en la hora y el lugar equivocados. El Grupo VI de Homicidios se hizo cargo de un caso a todas luces complicado: primero, por las condiciones del crimen, sorpresivo, de noche y en una zona donde las pocas cámaras que registraron la huida del autor apenas registraron una sombra borrosa.

El joven podría haber sido elegido como instrumento de la última venganza

Pero gracias al testimonio de los allí presentes, los policías pudieron corroborar que el atacante gritó una de las expresiones más habituales de los DDP, lo que supuso el primer gran hilo del que tirar. Tras ello, averiguaron que este se subió a un vehículo, conducido por otra persona, que le estaban esperando en las inmediaciones para facilitar la fuga. Una vez localizado el coche, se pudo constatar que el conductor era una mujer relacionada con el mismo coro. A ellos se sumaba, además, un tercer participante en el homicidio que no se desplazó hasta Villaverde pero habría sido el encargado de facilitar el turismo en cuestión a los dos primeros.

Así, el pasado día 29 de marzo se llevaron a cabo tres entradas y registros en la localidad de Alcobendas con el apoyo de las unidades de seguridad ciudadana y científica, que culminaron con la detención de los tres sospechosos como presuntos autores de un delito de homicidio, otro en grado de tentativa y un tercero de pertenencia a organización criminal.

Además, a uno de ellos también se le imputan los delitos de tenencia ilícita de armas, amenazas graves y un delito contra la salud pública. En los registros se hallaron numerosas prendas de ropa y elementos identificativos de los DDP, sustancias estupefacientes y útiles para su distribución y venta. No obstante y pese a la gravedad de los hechos, fuentes policiales han confirmado a este periódico que, tras ser puestos a disposición judicial, todos quedaron en libertad con cargos.

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