Cuaderno Análisis 81. Stop a la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte.
Tras el período COVID de inactividad en los estadios de fútbol y los largos encierros, vaticinamos que habría un desarrollo importante de comportamientos violentos, racistas y fanáticos protagonizados por los sempiternos grupos Ultras del Fútbol y sus áreas de influencia.
Estos no desaparecieron, al revés, se enquistaron en sus redes sociales y en cuanto aparecía la oportunidad se volvieron a reagrupar físicamente porque digitalmente nunca lo dejaron, y retornaron a las conductas de siempre. Hubo quien desde alguna institución afirmaba que estos había pasado a mejor vida, pero no, al contrario, tuvieron mas tiempo para afirmarse identitariamente y volvieron los enfrentamientos en aledaños a los estadios, las quedadas para pegarse, los insultos racistas, también homófobos y el discurso de odio ideológico y el largo etcétera de su comportamiento.
Es de importancia no confundirse con los términos; cuando hablamos de Grupos Ultras no hablamos de aficionados sin más, como tampoco de hinchas que serían aficionados apasionados. Siguiendo su propia idiosincrasia, el Grupo Ultra, es una organización mas o menos informal o estructurada, con ciertos liderazgos, que quiere ir “mas allá” (ultra) en la defensa de su identidad deportiva y que en un alto porcentaje están penetradas por ideologías extremistas, sea ultraderechista o neonazi, se ultraizquierdista o sea ultra independentista, como cualquier observador puede atisbar en los estadios, bien por sus símbolos, sus cánticos o gritos, sus indumentarias y sobre todo sus mensajes donde en redes sociales no tienen ningún reparo a mostrarse tal cual son.