Denuncia que se niegan a alquilarle un piso tras ver su foto de perfil: «Luego dicen que no hay racismo»

Niusdiario.- En la foto de perfil de Sara Brahim, española de 18 años, aparece su madre hace 20 años en un campamento Saharaui cuando fue a visitar a su familia. Sara asegura que esa foto ha sido el único filtro por el que no han querido alquilarle un piso. «Nadie me ha pedido la más mínima documentación, solo me han preguntado por la foto», aclara la joven. Ella nació en Barcelona y ahora vive en Málaga con su madre y su hermana. Está estudiando en Granada el primer año de Ciencias Políticas y vive en una habitación bastante alejada de la Universidad. Para el año que viene se ha puesto a buscar un piso “que me pille más cerca”.

Esta fue la conversación que ha vivido Sara y que ha plasmado en su Twitter. «Ah ¿de dónde eres?, pregunta la intermediaria. «He nacido aquí en España», dice Sara. “No es por ser indiscreta, pero parece un campo de refugiados. La vista de la foto”, ha respondido la persona de la inmobiliaria. Sara le dice que su familia es del Sáhara y que, si eso conlleva algún tipo de problema, y si se da el caso de que hay un problema ¿cuál sería?”.

La inmobiliaria dice “voy a consultar y te digo, yo solo soy la intermediaria”. En ese momento acaba la conversación con la inmobiliaria. Ni una llamada, ni una sola petición de su solvencia económica, ni papeles que lo demuestren. La callada por respuesta. En 24 horas ha tenido más de 11.900 me gusta y más de 2.900 compartidos sólo con el primer mensaje.

¿Por la foto de perfil se ve mi solvencia económica?

“¿En qué momento dejas de alquilarle una habitación a una persona por su foto de perfil? Después dicen que no hay racismo en España, cuando todos los días nos exponemos a esto”, cuenta Sara. “No es la primera vez que pasa, ni la primera vez que le pasa a muchos amigos míos que no son españoles y blancos. La excusa que ha puesto da que pensar. Creo que no es que a esta intermediaria le importe si tengo solvencia o no, es que es una racista de cuidado”, afirma Sara muy dolida.

Las chicas con las que iba a mudarse Sara han hablado con la inmobiliaria para ver porque no querían alquilar el piso a la joven. La intermediaria les ha contestado que la propietaria ha dicho que por la foto de perfil no parece que pueda tener solvencia económica”. Así que, estas chicas que de nada conocían a Sara antes de empezar con todo esto, han decidido no alquilar ese piso a través de esta inmobiliaria ni a esa propietaria porque “no queremos estar con alguien que tiene esos valores”. Las tres han pensado en alquilarse un piso juntas.

La propietaria tiene la última palabra

NIUS ha hablado con la intermediaria de la inmobiliaria, que ha preferido que no se refleje ninguna declaración hecha a este medio, ya que ha puesto el tema en mano de sus abogados.

Sara cuenta que a primera hora de la mañana de este lunes ha vuelto a ponerse en contacto con la inmobiliaria de nuevo y que han reaccionado «de muy malos modos y con amenazas”, y esto es lo que le han contestado: “Mira yo trabajado en un despacho de abogados y me da igual que uses el Twitter para manchar mi nombre. No tenemos ninguna obligación a alquilaros el piso porque no cumplís con las exigencias de solvencia económica. Es la propietaria la que tiene la última palabra. Si no quitas el Twitter, en un mes te pongo una denuncia, no es una amenaza solo te lo estoy diciendo”, dice el mensaje de la intermediaria.

La joven está aturdida con toda esta historia, asegura que está hablando con un abogado para ver si se puede denunciar este “racismo oculto en solvencia económica. Yo llevo un año pagando una habitación en Granada y no he tenido ningún problema. Es más, es 100 euros más cara que este piso al que nos queríamos ir. Mi madre me da el dinero. Yo solo quería estar más cerca de la Universidad y mira con lo que me he encontrado. Lo mejor de todo esto ha sido ver que hay gente que sin conocerme ha optado por apoyarme y por vivir conmigo sin preguntar», cuenta Sara.

Su madre, saharaui, llegó a España cuando era pequeña con un programa de verano, a raíz de ahí se quedó, estudió, trabajó y vive en España desde hace más de 20 años. «Lleva trabajando como cocinera en una residencia de ancianos más de 12 años en Málaga”, explica Brahim. Por eso he puesto en mi perfil de WhatsApp, una foto de mi madre en 1999 en los campamentos de refugiados de Tinduf, en Dajla cuando fue de vacaciones a ver a nuestra familia. Estoy muy orgullosa de ella”, concluye la joven.

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