Despedida una profesora que humilló a un estudiante musulmán dándole alcohol
Fuente: La Ser
Fecha: 01/06/2017
La Justicia gallega ha decidido avalar el despido de una profesora que, entre otras cosas, humilló a un alumno musulmán menor de edad dándole alcohol y diciéndole después que «¿Te gusta? Pues que sepas que lleva alcohol». El Tribunal Superior de Justicia de Galicia ha decidido confirmar la sentencia de un juzgado de lo social de Coruña que avaló el despido fulminante de esta docente tras conocerse el trato que daba a varios de sus alumnos.
Según los hechos probados de la sentencia, la mujer llevaba seis años dando clase de cocina en un centro educativo gestionado por la Asociación Agarimo, que ofrece atención docente, entre otras cosas, especializada a alumnos con problemas de conducta o en riesgo de exclusión social en Coruña. Las alarmas en torno a esta profesora saltaron cuando otra asociación, ANHIDA, se dirigió a la Inspección Educativa de la Consellería de Cultura denunciando que el comportamiento de la docente interfería con el desarrollo de algunos alumnos con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.
La Inspección emitió un informe y en mayo del año pasado el centro había ejecutado su despido fulminante. Fue acusada, entre otras cosas, de humillar a un alumno diciéndole que «eres un burro, pareces un inútil», según dijo el joven, o también hablar mal del resto de profesores delante de sus alumnos. También se denunció, a lo largo del proceso, que incluso se burló públicamente de un alumno al que había invitado a su casa en días anteriores.
Los magistrados avalan su despido y destacan un incidente. En una ocasión los alumnos estaban preparando un sorbete de limón, ella echó alcohol a uno de los combinados y se lo dio a probar a un alumno musulmán menor de edad. «¿Te gusta? Pues que sepas que lleva alcohol», dijo la docente después de que el joven probase la bebida. «A continuación se rió, burlándose del menor», refleja la sentencia.
«Un abuso de confianza»
Son episodios que, para los jueces del TSJ de Galicia, suponen una infracción de «las más básicas exigencias a un docente o educador, y se producen de manera reiterada y no meramente aislada». Algo que supone a todas luces «un abuso de la confianza depositada en ella» y que por tanto convierte su despido en procedente.