Discapacidad, mujer y Covid-19: las personas más vulnerables

Periodistas.es.- Mujeres y niñas libradas a su suerte, expuestas al abandono; a la violencia; al abuso; madres y cuidadoras con discapacidad que se ven solas ante un destino imposible tras esta enfermedad que también han recibido como una amenaza más.

Así lo explica la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien ha afirmado que las personas con discapacidad pueden tener un mayor riesgo de contagio del coronavirus y, por tanto, son especialmente vulnerables en varios ámbitos. Desde las barreras físicas que tienen que utilizar hasta las formas diversas de preservarse del virus; el distanciamiento social; las medidas de higiene etc., cuestiones todas que pueden ser de imposible cometido para las personas con discapacidad y para las mujeres, en especial.

Las personas con discapacidad visual no llegan a muchas de las medidas de desescalada. ¿Cómo pueden saber si están a una distancia de dos metros? ¿Cómo compran alimentos? ¿Cómo se desplazan con su perro? Así y todo, las ayudas son las que nos quieran dar, refiere E.V., una persona con discapacidad. De igual forma, sucede con las personas sordas, ¿alguien ha pensado en la dificultad añadida a la hora de llegar a urgencias; de comprar un tratamiento, de pedir ayuda?

Para ello, reclaman ayuda de la comunidad general; de los vecinos y traseuntes que les indiquen hacia adónde van; que les ayuden en general si estos les demandan algo; una sucesión de problemas a los que se enfrentan a diario.

La Unión Europea (UE) debe asumir que es necesario no dejarlas atrás y, por ello, se debe actuar con vigor y firmeza. Hay que recordar que el mero hecho de padecer una discapacidad podría no estar relacionado a un mayor riesgo de contraer la COVID-19. La mayoría de las personas con discapacidad no tiene inherentemente un riesgo mayor de contraer el virus o de enfermarse gravemente de COVID-19, pero sí lo tienen de defenderse, porque no cuentan con los mismos elementos que las demás personas. No obstante, algunas personas con discapacidad podrían tener un mayor riesgo de infección o enfermedad grave debido a sus afecciones subyacentes.

Todas las personas parecen tener un mayor riesgo de enfermarse gravemente de COVID-19 si tienen afecciones crónicas o sistémicas graves; tales como las enfermedades pulmonares crónicas; las afecciones cardiacas graves o un sistema inmunitario debilitado. Los adultos con discapacidad son tres veces más propensos que los adultos sin esta a tener enfermedades cardiacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes o cáncer.

En relación a la perspectiva de género, las mujeres y niñas con discapacidad deben ser vigiladas expresamente en esta pandemia según apuntan los distintos grupos y asociaciones pro la discapacidad como es el Consejo Español para la Defensa de la Discapacidad y Dependencia (CEDDD). No dejar a ninguna atrás y que el tejido asociativo y el conjunto de personas que ayudan a las anteriores luchen contra esta crisis y contra los efectos del confinamiento de las personas con discapacidad; especialmente a las mujeres.

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