Diseñan 2 videojuegos que recrean experiencia de ser inmigrante en Barcelona
Barcelona, 12 jun (EFE).- Estudiantes de la Universidad de Barcelona (UB) han diseñado dos videojuegos, «Stereotype my ass» y «Empty city», que recrean la experiencia de ser inmigrante en Barcelona.
El objetivo de los dos videojuegos es, según sus creadores, generar conciencia sobre la situación del colectivo inmigrante y desmentir rumores y malentendidos sobre el impacto de las migraciones en la ciudad
Los dos videojuegos, que se presentarán mañana en el Museo del Diseño, han sido elaborados por siete estudiantes del tercer curso de Diseño dentro del Taller de Diseño de Serious Games de la UB, en respuesta a la convocatoria lanzada por la red EDIVI (Educación para el diseño para vivir), y con el asesoramiento de SOS Racismo.
El trabajo, que ha sido dirigido por el profesor Joan Morales, surgió con motivo de la 13ª edición de la Barcelona Design Week, en la que el EDIVI pidió a los diversos centros de la red que trabajaran sobre el tema de la convivencia intercultural y la migración.
Los alumnos de Diseño de la UB pensaron propuestas y se terminaron de documentar en una entrevista con SOS Racismo.
Así nacieron los proyectos «Stereotype my ass» y «Empty city», dos videojuegos de simulación que se dirigen a la ciudadanía con un doble objetivo: poner de relieve los aspectos positivos del intercambio cultural y crear conciencia sobre las dificultades que afrontan las personas que llegan a nuestras ciudades a través de migraciones, a menudo forzadas por situaciones dramáticas.
Las alumnos de la UB Carolina da Costa, Bea Hernández y Judith Ricolfe son las creadoras de «Stereotype my ass», un videojuego que trata de reflexionar sobre la tendencia a prejuzgar a conciudadanos sobre la base de estereotipos de género, origen o credo, entre otros, y más concretamente, sobre las consecuencias que ello tiene en el fenómeno de la discriminación laboral.
En «Empty city», los estudiantes Anna Adell, Jhon Quiroz, Xinyu Lu y Zhengrong Du hacen visible el proceso por el que deben pasar las familias recién llegadas para conseguir integrarse.
El juego simula el choque que supone para la persona inmigrante enfrentarse a un entorno social y cultural nuevo y en un entramado administrativo que a menudo resulta frustrante y difícil de comprender.