El 20% de los jóvenes barceloneses no percibe como violencia machista controlar a su pareja desde el móvil
La Vanguardia.- Aumenta el rechazo a la violencia machista entre los hombres, pero un 15% sigue sin censurar las bofetadas
La percepeción sobre lo que es la violencia machista entre los barceloneses y por tanto las vías para acabar con ella han mejorado desde el año 2010, especialmente en lo que se refiere a los hombres. Pero los datos sobre la población más joven son preocupantes, según la encuesta hecha pública por el Ayuntamiento de Barcelona. Los resultados indican que los barceloneses en la franja de edad comprendida entre los 16 y los 29 años son, junto a los mayores de 65, los que menos identifican como violencia el control sobre la pareja.
El 12% de estos jóvenes no considera violencia el hecho de impedir que su compañera pueda hablar con otros hombres. Y hasta un 20% tampoco entiende que sea una coacción el envío constante de mensajes desde el móvil para saber en todo dónde está su pareja. El estudio analiza la percepción de la violencia machista en las relaciones de pareja e indica que entre los jóvenes hay problemas de identificación cuando entra en juego el uso de las nuevas tecnologías.
Si se comparan estas respuestas con las que dan las chicas en la misma franja de edad, ellas son más conscientes de que el control es violencia pero se sitúan por detrás de la población femenina entre los 30 y 65 años. El 11,4% de las mujeres jóvenes (16-29 años) considera normal que se les envíe mensajes controladores desde el móvil, mientras que en la franja entre 30 y 49 años es del 8,4%. Para analizar la percpeción de la violencia machista la encuesta se basa en la presentación de diez hechos inequívocos centrados en el ámbito de la pareja que se han de puntuar del 0 (considerado como “nada” de violencia) al 10 (totalmente). El foco del estudio se pone en el porcentaje de hombres y mujeres que responden a valores entre el 0 y el 7.
El 12% de estos jóvenes no considera violencia el hecho de impedir que su compañera pueda hablar con otros hombres
El estudio revela que las expresiones de violencia psicológica y de control son las que más cuesta identificar. En este sentido, un 16% de los hombres encuadra en la normalidad no tener en cuenta la opinión de las mujeres, y un 13, 5% el hecho de no permitirles decidir sobre su propio dinero o los gastos del hogar.
La violencia física es la que más se identifica, pero persiste un porcentaje de población ajena a esta lacra. Un 4% de población masculina, y un 3,5% de la femenina no califica de violencia machista el hecho de un hombre dé una bofetada, un golpe o un empujón a una mujer.
Pese a que queda mucho camino por hacer, Laura Pérez, concejala de Feminismos y LGTBI, ha destacado que utilizando los datos comparativos entre el 2010 y el 2016 hay cada vez una detección más alta de lo que es la violencia machista. En este apartado de la encuesta se trabaja con otros parámetros de análisis ya que se pregunta si se considera violencia “totalmente” o “no violencia totalmente” y por ello los resultados son diferentes a los del primer apartado. En el 2010, un 41% de los hombres consideraban que controlar a su pareja en todo momento sí lo era, un porcentaje que sube al 63% en el 2016. En cuanto a las mujeres, un 61% así lo consideraba hace ocho años, mientras que en el 2016 subió al 74%. Las mujeres perciben así con mayor claridad lo que es la violencia machista, mientras que aunque el porcentaje masculino es menor su crecimiento ha sido más amplio.
Si se analiza comparativamente la violencia física, en el 2010 un 69% de la población masculina consideraba que era violencia “totalmente” el hecho de dar una bofetada, un golpe o un empujón a su pareja, y en el 2016 se sitúa en el 85%. Pero es preocupante el notable porcentaje que sigue sin vincular estas agresiones con la violencia machista.
La encuesta se basa en 4.674 entrevistas (4.075 mujeres y 599 hombres) y parte de una más amplia realizada por la Generalitat. En otro apartado del estudio se indica que durante el 2016 un 13.8% de las barcelonesas sufrió alguna agresión machista (excluyendo comentarios, gestos sexuales o exhibicionismos).