El 24 de Kobe Bryant, contra la homofobia
El País.- El dorsal que usaba el mítico jugador de baloncesto se convierte en Brasil en un símbolo de la libertad sexual
El mercado futbolístico brasileño, a pesar de ser cada vez más profesional —mueve casi el 1% del PIB del país—, todavía conserva prácticas arcaicas. Una de ellas es el rechazo prácticamente unánime al dorsal 24, que solo suelen lucir los jugadores —por lo general, porteros reservas— por imposición de los reglamentos en las competiciones internacionales. La razón es que es un número popularmente asociado a la homosexualidad. Sin embargo, la reciente muerte de Kobe Bryant, que jugó con ese número durante más de una década con los Lakers, ha derivado en una campaña que además de homenajear al mítico baloncestista estadounidense, combate la homofobia. El Bahía, un club especialmente sensible a cuestiones sociales, fue el primero en lanzar la campaña para romper el tabú en torno al 24.
El origen de esa asociación entre la homosexualidad y el 24 está en el llamado jogo do bicho, una especie de lotería clandestina bastante popular que utiliza combinaciones de números representados por animales. El denostado guarismo corresponde al ciervo, veado en portugués, término que se usa despectivamente para referirse a una persona homosexual.
“El fútbol es un canal que puede servir para acentuar lo peor que hay en nuestra sociedad, como el racismo, las agresiones, la violencia y la intolerancia. Pero también puede servir de otra forma”, explica Guilherme Bellintani, presidente del Bahía; “para propagar la cultura, el afecto, la sensibilidad y para mejorar las relaciones humanas. Creemos que los clubes tienen que elegir si serán canales de amor o canales de odio. Nosotros hemos elegido el amor”. El club recuerda, por ejemplo, que el Senado excluyó dicho guarismo en la numeración de los gabinetes entre 2015 y 2019.
Flávio, uno de los líderes de la plantilla del Bahía y hasta ahora el número 5, se plantea llevar el 24 lo que queda de temporada. “El dorsal de la camiseta no afecta para nada a mi masculinidad ni a mi desempeño dentro del campo. Por desgracia, existe esa connotación negativa alrededor del 24. Pero me ha dado suerte, hemos ganado y quiero que sea mi número de aquí en adelante”. El mediocentro, que es católico y dice seguir las enseñanzas religiosas al predicar la tolerancia por medio de su profesión, aplaude a su club por implicarse en las cuestiones sociales. “Respetar al prójimo es fundamental para que tengamos un mundo mejor. El fútbol del Bahía crece cada año, pero lo más importante es lo que está sucediendo por detrás, como esa lucha contra la homofobia. No podemos seguir aceptando los prejuicios”.
El legado de Kobe Bryant se expande más allá de sus legendarias canastas. Hoy, su eterno número 24 es en Brasil un símbolo contra la homofobia.