El castigo corporal sigue permitido en las escuelas de 63 países
Heraldo.- El castigo corporal se sigue utilizando en las escuelas de 63 países como método correctivo y punitivo, ha denunciado hoy lunes la ONG Educo con motivo del Día Internacional de la Educación, que se celebra el próximo día 24.
“Los niños y las niñas tienen derecho a estar protegidos como está establecido en la Convención de los Derechos del Niño de 1989. Lamentablemente, muchos sufren violencia de diferente tipo y grado. Además, a veces no son conscientes porque la tienen normalizada en sus vidas”, explica Pilar Orenes, directora general de Educo.
A nivel mundial, se calcula que uno de cada tres menores es víctima de acoso escolar, una proporción que llega hasta el 48 % en el continente africano y el 41 % en Oriente Medio, según la Unesco.
Además, el castigo corporal se sigue utilizando como método correctivo y punitivo en muchos contextos. Está legalmente prohibido en los colegios de 132 países, pero aún se permite en 63, explica Educo.
En 2020 y 2021 se denunciaron más de 5.000 ataques a escuelas y universidades, incluido el uso militar de las instalaciones. En el mismo periodo, fueron heridos o asesinados al menos 9.000 estudiantes y educadores.
Ante esta realidad, Educo propone 5 medidas clave para que las escuelas sean lugares más seguros:
1. Formación. Es esencial que tanto el alumnado como el profesorado, las familias y la comunidad conozcan qué derechos tiene la infancia y qué prácticas, como los golpes, el abandono o el matrimonio infantil, son formas de violencia.
2. Escucha activa. Hacer de la escuela un lugar más seguro pasa por escuchar de manera activa al alumnado y dejar que participe en los asuntos que les afectan. Es básico que sientan que pueden contar sin miedo qué les está pasando y saber que les ayudarán si lo necesitan.
3. Instalaciones seguras. Las escuelas no deben ser atacadas, tal y como recoge el derecho internacional. Pero además no puede haber lugares y rincones dentro de estos centros, alejados o poco accesibles, en los que se puedan cometer agresiones sin que nadie lo vea.
4. Inversión. Sin financiación, una escuela pública, de calidad y segura no es posible.
5. Redes de apoyo. Fomentar el trabajo en red entre la escuela, la comunidad, las familias y los gobiernos permitirá que no solo el colegio, sino todo el entorno que rodea a la infancia sea más seguro y que se hagan leyes específicas que la protejan.