El CSIC “salda la deuda” con 250 pioneras de la ciencia española
El País.- La presidenta del consejo defiende la necesidad de dar «voz, nombre, apellido y cara» a las mujeres que se han quedado demasiado tiempo en el anonimato
La primera mujer que preside el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Rosa Menéndez, ha dicho que este miércoles era un día de fiesta; ha sido el primer homenaje después de 80 años dedicado exclusivamente a las científicas pioneras del CSIC. Menéndez, para abrir la ceremonia, ha insistido en la necesidad de dar «voz, nombre, apellido y cara» a esas 250 mujeres que se quedaron demasiado tiempo en el anonimato. “Queremos saldar nuestra deuda con vosotras. Tenemos que seguir estando presentes sin consideraciones de género”, ha declarado.
Concha Llaguno, investigadora de referencia, dijo en su día que, en 1878, el 91% de la población de mujeres era analfabeta. Hoy, el CSIC cuenta con una plantilla de más de 3.646 investigadores y el 36% son mujeres. Flora De Pablo, una de las investigadoras actuales y moderadora del acto, ha recordado que en 1940 las mujeres constituían tan solo el 13,5% de los empleados y 12 eran científicas. En esa época de posguerra, dos de las mujeres que cambiaron la historia de la ciencia española tenían cinco y seis años: Dolores Cabezudo y Tarsy Carballas. Las dos han contado su experiencia, sus obstáculos y sus logros.
Cabezudo fue una referencia en la química de los alimentos y particularmente del vino y otras bebidas alcohólicas. Al tomar la palabra, con una gran sonrisa, la mujer de 84 años ha recordado que fueron audaces. “No mencionaré los obstáculos inherentes a nuestra condición de mujeres ni la escasez de recursos ni ninguna carencia porque, aunque verdades, sirven de propaganda para que se repita”, ha exclamado provocando una risa general.
Carballas, que se ha reconocido y mostrado muy emocionada, ha dedicado 61 años al análisis de los suelos húmedos para recuperar terrenos en zonas afectadas por incendios. “Me interesé por la ciencia del suelo porque es una fuente de riqueza, es el soporte de nuestra vegetación y alimentos, además de ser un factor clave para el paisaje”, ha contado la investigadora, que ha participado en la creación de los mapas de los suelos de España.
Cabezudo fue una referencia en la química de los alimentos y particularmente del vino y otras bebidas alcohólicas. Al tomar la palabra, con una gran sonrisa, la mujer de 84 años ha recordado que fueron audaces. “No mencionaré los obstáculos inherentes a nuestra condición de mujeres ni la escasez de recursos ni ninguna carencia porque, aunque verdades, sirven de propaganda para que se repita”, ha exclamado provocando una risa general.
Carballas, que se ha reconocido y mostrado muy emocionada, ha dedicado 61 años al análisis de los suelos húmedos para recuperar terrenos en zonas afectadas por incendios. “Me interesé por la ciencia del suelo porque es una fuente de riqueza, es el soporte de nuestra vegetación y alimentos, además de ser un factor clave para el paisaje”, ha contado la investigadora, que ha participado en la creación de los mapas de los suelos de España.