El Estado francés podrá devolver a los herederos de sus propietarios las obras de arte expoliadas por los nazis
ABC.- Primicia histórica. La Asamblea Nacional, primera cámara del Parlamento francés, ha aprobado esta noche el proyecto de Ley que permitirá restituir a los herederos de sus primeros propietarios las obras que son, desde hace años, propiedad del Museo del Louvre y otras grandes instituciones del patrimonio nacional, que podrá devolverlas a los herederos de sus propietarios. Fueron expoliadas por los nazis. Quince obras, entre las que se incluyen un Klimt y un Chagall, serán las primeras en beneficiarse del proyecto de Ley, tras su aprobación definitiva.
Pero el proyecto de Ley va mucho más allá y es el fruto de varios años de investigaciones y revelaciones, que culminaron con una toma de conciencia institucional de un problema de inmenso calado histórico: el Museo del Louvre y otros grandes museos e instituciones pudieron enriquecer sus colecciones nacionales comprando, legalmente, obras que habían sido robadas por los nazis a muchas familias judías, francesas, durante la ocupación alemana, entre 1940 y 1945.
El mes de noviembre de 2019, Roselyne Bachelot anunció su deseo de restituir a los herederos de sus primeros propietarios varias obras de Klimt y Chagall, apoyándose en los trabajos de la comisión para la indemnización de las víctimas del expolio nazi(CIVEN). La buena voluntad política tropezó pronto con una realidad institucional: algunas de esas obras eran y siguen siendo propiedad del Estado. Y su devolución exigía un laborioso proceso legal, que ha tardado dos años en culminar definitivamente.
Los trabajos concordantes de varios historiadores independientes descubrieron, hace cinco años, que más de 100.000 obras de arte, entre las que se encontraban un millar aproximado de obras maestras de grandes creadores (Monet, Degas, Picasso, entre otros), fueron transferidas de Francia a Alemania, entre 1940 y 1945.
Ese inmenso patrimonio familiar de numerosas familias fue robado a punto de pistola. Y un número excepcional de obras ‘desaparecieron’ para volver a ‘reaparecer’ en ventas finalmente ‘legales’ durante los años 50, 60 y 70 del siglo pasado. En ese marco, el Louvre y otras instituciones francesas pudieron adquirir obras que, en verdad, habían pertenecido a franceses perseguidos por muy diversas razones, comenzando por el antisemitismo. Compradas legalmente en el mercado internacional del arte, tras laberínticos procesos, mal estudiados, esas obras se integraron hace años al patrimonio nacional y siguen siendo propiedad del Estado.
Continuando una reflexión comenzada años atrás, Emmanuel Macron y su ministra de Cultura, Roselyne Bachelot, iniciaron hace dos años el proceso legislativo imprescindible. La Asamblea Nacional ha aprobado esta noche, por unanimidad, el proyecto de Ley que permitirá una restitución ‘ordenada’ de bienes artísticos nacionales a los herederos de sus antiguos propietarios.
El Louvre identificó hace años una parte sustancial de obras que habían enriquecido sus colecciones con obras robadas. Pero todavía está por descubrir la importancia global de las obras robadas por los nazis que hoy forman parte del patrimonio nacional. Y se desconoce, así mismo, la identidad de los herederos de las víctimas del expolio nazi. Tras su aprobación definitiva, la nueva Ley permitirá iniciar una revisión y restitución histórica, sin precedentes.