El número de personas sin hogar en España crece un 25% en la última década
SER.- Un total de 28.552 personas sin hogar han sido usuarias de centros asistenciales de alojamiento y restauración en el año 2022, lo que supone un 24,5% más que en 2012 (22.938), según la Encuesta a las Personas sin Hogar que ha difundido este miércoles el Instituto Nacional de Estadística (INE).
De esas 28.552 personas, 7.277 han pernoctado en espacios públicos o en estancias como el hall de un inmueble, un cajero, un portal o un coche, detalla Estadística, que señala que la edad media de estas personas se sitúa en 42,9 años.
La Encuesta a las Personas sin Hogar del año 2022 -es la tercera edición después de las de 2005 y 2012- ofrece información sobre las condiciones de vida de las personas sin hogar de 18 o más años que han sido usuarias de los centros asistenciales de alojamiento y/o restauración ubicados en municipios de más de 20.000 habitantes.
El 76,7% de las personas sin hogar son hombres, si bien la proporción de mujeres que están en esta situación ha aumentado hasta el 23,3% respecto al 19,7% del año 2012.
La nacionalidad de los sintecho está igualada entre españoles (50,1%) y extranjeros (49,9%), y de estos últimos, la mayoría son africanos (53,3%), seguidos de americanos (25,9%) y europeos (16,7%).
En España hay 86,6 personas sin hogar por cada 100.000 habitantes y por comunidades autónomas, las mayores tasas se sitúan en la ciudad autónoma de Ceuta (391,4), País Vasco (315,9), Navarra (214,7) y Cantabria (182,6), mientras que los registros más bajos se encuentran en la Comunitat Valenciana (14,8), Cataluña (42,6), Castilla-La Mancha (45) y Murcia (48,4).
El 32,5% de las personas llevan menos de un año sin disponer de un alojamiento, el 27% entre uno y tres años, y el 40,5% llevan más de tres años sin hogar propio.
En cuanto a los motivos para estar sin hogar, los principales son el tener que empezar de cero tras llegar desde otro país (28,8 %), la pérdida del trabajo (26,8%), el desahucio de su vivienda (16,1%), no poder pagar más el alojamiento (14,7%) y separarse de la pareja (14,1%). En el caso de los extranjeros la causa fundamental es tener que empezar de cero tras migrar (54,1%).
Sobre el contexto familiar de las personas sin hogar la encuesta apunta que uno de cada cuatro sintecho tiene pareja, aunque solo la mitad convive con ella. El 11 % están casadas, el 23 % separadas o divorciadas, el 63,7% solteras y el 2,3% viudas.
Antes de cumplir 18 años, la situación familiar de las personas sin hogar ha pasado por falta de dinero (45,1%), el fallecimiento de algún familiar (37,1%) o el paro prolongado de alguno de los miembros; además, el 23,7% ha vivido situaciones de peleas o conflictos graves entre sus padres o de violencia en la familia.
La encuesta desvela que el 89,2% de las personas sin hogar pernocta todas las noches en el mismo lugar y el 40,3% en alojamientos colectivos, de los que el 39,7% lo hace en un albergue o residencia, el 0,4% en centros de ayuda al refugiado y el 0,2 % en centros de acogida a mujeres maltratadas.
Otro 24,7% ha pernoctado en pisos o pensiones facilitados por una ONG u organismo y el 35% restante se ha alojado al margen de la red asistencial existente, bien en espacios públicos (15,8%), estancias tipo portal o cajero (9,7%) o en pisos ocupados (9,5%).
En lo relativo a los estudios terminados, el 65% de la población sin hogar ha alcanzado un nivel de educación secundaria, el 23,8% de estudios primarios o inferiores y el 11,3% estudios superiores. Cabe destacar que el 12,4% de las mujeres tiene estudios universitarios, frente al 7,7% de los hombres.
El 55,8 % de las personas sin hogar declara tener buena o muy buena salud, aunque el 37,4% manifiesta tener alguna enfermedad crónica -un 9,6% trastornos mentales- y el 96,2% asegura que no consume alcohol o lo hace ligeramente, en tanto que el 57,7% dice que nunca ha consumido drogas.
En relación con la pandemia, el 85,1 % ha recibido la vacuna contra la covid, el 9% rechazó vacunarse y al 3,3% no le han avisado para recibir la vacuna.
El 50,3 % de este colectivo ha sido víctima de algún delito o agresión como insultos, amenazas y robos.