El tercer género que habita en México protagoniza la portada de Vogue
La Vanguardia.- La edición de diciembre cuenta la historia de los ‘muxes’
El término “muxe”, que deriva de la palabra mujer, no está recogido en La Real Academia Española, pero cuenta con una breve entrada en Wikipedia que lo define como “persona nacida con genitales masculinos que asume roles femeninos en cualquiera de los ámbitos social, sexual y/o personal”.
Los muxes son originarios del Juchitán, una región donde existen tres géneros que conviven sin discrepancias. Allí la mujer es tan fuerte como el hombre y el muxe tan respetado como cualquiera de ellos. Esta última clasificación ha sido reconocida desde tiempos prehispánicos. Ahora, su historia se convierte en la portada de diciembre de Vogue México.
Aunque no fue hasta el 2017 que lograron tener su condición oficial como identidad de género, su fama y aceptación data de mucho antes. Especialistas en el tema han advertido que en la década de los 70 no existían tantos muxes, sino que eran hombres casados que se distinguían por llevar guayaberas con flores -una especie de camisola, de manga corta o larga, adornadas una especia de plizado vertical y algunas veces con bordados- coquetear con otros hombres y ser de una clase social alta.
Fue en la década de los 80 que, aprovechando la revolución sexual, que muchos hombres que sabían bordar empezaron a generar oficios y a travestirse. “Ser muxe es una dualidad. Llevamos el rol dependiendo de las circunstancias, puede ser que en ocasiones me vea como un hombre y en otras como una mujer”, explica Pedro Enrique Godínez Gutiérrez, también conocido como La Kika, a Vogue México.
La antigüedad y esa visibilización que cuentan los muxes no les ha librado de tener que lidiar con conflictos como el racismo, la homofobia e incluso la violencia. “Hasta ahora llevamos como nueve casos de crímenes de odio, hemos ido hasta la ciudad de Oaxaca a hacer demandas sociales y de justicia porque han sido perpetrados con actos terribles”.
Estos muxes, para muchos totales desconocidos, representan la fuerza del tercer género y muestran que el respeto y la lucha por la igualdad debería ser algo fácil de lograr.