Es «totalmente injustificable» que Australia retenga a refugiados en Papúa desde 2013
Alfa&Omega.- La Iglesia católica en Papúa Nueva Guinea y las islas Salomón ha exigido a Australia que ponga fin a su política de retener a solicitantes de asilo en las islas papúes de Manus y Nauru. Estas 233 personas, retenidas desde 2013 o 2014, deben ser reubicadas en territorio australiano, o se les debe buscar alguna otra solución duradera.
La petición se recoge en una carta escrita por Giorgio Licini, secretario general de la Conferencia Episcopal de Papúa Nueva Guinea, y que recoge Asia News. Está escrita en el octavo aniversario de la aprobación de la ley australiana, que establecía que quienes llegaran de forma ilegal a las costas australianas nunca podrían establecerse en el país, sino que serían detenidos fuera de su territorio.
El texto, dirigido al presidente del Senado australiano, Scott Ryan, y al presidente de la Cámara de Representantes, Tony Smith, reconoce que este mecanismo «logró el propósito de frenar» la llegada de botes. También admite que los refugiados retenidos disfrutan de más libertad de movimiento que los que han sido transferidos a centros de detención en Australia.
Un hogar en Australia
Sin embargo, «la política de detener indefinidamente a los solicitantes de asilo y refugiados, o a cualquier otra persona no condenada por los tribunales, suena totalmente injustificable e inaceptable». Es además un abordaje insostenible en el tiempo. «No se puede pensar en mantenerlos aquí para siempre». En Puerto Moresby, reconoce la misiva, «todas las personas que trabajamos asistiendo a las personas afectadas por la política actual estamos agotadas por el esfuerzo prolongado que esto supone».
Los solicitantes de asilo, en este momento, «no tienen derecho a ser reasentados en Australia. Pero tampoco están obligados a vivir en Papúa-Nueva Guinea, a menos que sea por libre elección». Por eso, el padre Licini exhorta «firmemente al Parlamento australiano a legislar a favor de la libertad y de un hogar en Australia al menos para aquellos que han sido detenidos en Manus y Nauru en cualquier momento después del 19 de julio de 2013 y que no tienen manera, ahora en el futuro, de ser reasentados en otros países».
«Están desamparados»
También se ha pronunciado al respecto el responsable de Migrantes y Refugiados de la Conferencia Episcopal de Papúa Nueva Guinea y las islas Salomón, Jason Siwat. Asegura que «los refugiados están desamparados y han llegado a la deprimente conclusión de que el reasentamiento en algún otro lugar fuera de Papúa es altamente improbable».
Según datos del Consejo de Refugiados de Australia, desde su aprobación, ley ha afectado a 3.127 solicitantes de asilo. De ellos, 1.200 se encuentran en Australia. Para cerca de otros 1.000 se encontró una solución duradera, en la mayor parte de los casos reasentándolos en Estados Unidos. 750 fueron devueltos a sus países de origen, voluntariamente o a la fuerza. 233 se encuentran retenidos en las islas de Papúa Nueva Guinea, y 132 fueron evacuados a Australia por razones médicas pero se encuentran en centros de detención. Finalmente 14 murieron: seis por suicidio y otro como consecuencia de la violencia ejercida por los guardias del centro de detención.