Un estudio apunta a que los niños con altas capacidades sufren más acoso
Fuente: La Vanguardia
Fecha: 22/06/2017
El acoso escolar, entendido como agresiones físicas o verbales, continuadas por parte de un grupo de estudiantes a un compañero, no es una situación atípica en los menores con altas capacidades. Según un estudio, el 46% de los niños superdotados ha sufrido bullying en algún momento de su trayectoria educativa.
La asociación No al Acoso Escolar (NACE) pasó una encuesta a 400 padres catalanes con hijos con altas capacidades agrupados en la asociación Fanjac. Respondieron 242 familias de las que la mitad admitieron que sus hijos habían sufrido bullying y el 20% lo había padecido durante el curso que acaba de finalizar. La mayoría de los casos se concentran en la ESO (30%), seguida de la etapa primaria (20%) y de bachillerato o ciclos (14 %).“De los datos, que no son extrapolables a toda la población, deducimos que el acoso en este tipo de niños no es un tema puntual, sino que está más extendido de lo que se cree”, asegura el psicólogo Josep Soler, autor del estudio, y que reclama a la administración una investigaciones más detallada. Un tercio de las familias informó de que el maltrato había causado síntomas de depresión y estrés a sus hijos. Y en el 9% se identificaron pensamientos suicidas.
En general, las agresiones más comunes son verbales realizadas mediante motes, rumores, ocultación o maltrato de objetos personales, marginación o evitación. “El acoso se da en alumnos que el grupo observa como diferentes”, indica el psicólogo “y los niños con altas capacidades muestran intereses claros desde pequeños”.
Para el autor del informe, estos alumnos tienen menos apoyo que el resto porque no llaman la atención a los docentes como los que presentan necesidades especiales por trastornos de aprendizaje o de conducta. En caso de burla, pueden pasar más desapercibidos si el centro no cuenta con programas de prevención del bullying. Soler denuncia que muchas escuelas todavía carecen de información sobre cómo identificar y tratar el acoso. “Hay muchas escuelas que minimizan su gravedad”, sostiene. En este sentido, un tercio de las familias está poco o nada satisfecha con la atención recibida por los centros escolares. “Además, aunque se ha evolucionado en la última década, la superdotación o altas capacidades están infradiagnosticadas”, afirma. Las asociaciones se quejan de las negativas de los centros a aceptar diagnósticos y atender adecuadamente a alumnos.
Los especialistas consideran que un 17% de los niños tienen capacidades cognitivas muy por encima de lo que es normal para su edad. Se trata de alumnos excepcionales y, por tanto, la administración les reconoce sus necesidades especiales. “Es importante diseñar a este tipo de alumno un plan individualizado con adaptación curricular”, explica Ramon Novella, psicopedagogo y profesor de Psicología de la Abat Oliba-CEU. O bien plantearse una promoción de curso en función de sus características. Novella no considera que los estudiantes de altas capacidades sean más vulnerables al acoso que el resto de los alumnos. Aunque admite que hay que avanzar hacia la atención a la diversidad en los claustros escolares. El origen del problema del acoso es, a su juicio, la convivencia.