Fundación ANAR alerta de las desapariciones de menores e insta a pedir ayuda

Madrid, 16 nov (EFE).- Cientos de menores se fugan cada año del hogar o del centro en el que viven, una situación que la Fundación ANAR califica de «alto riesgo» y ante la que recuerda la existencia de un número de teléfono europeo para pedir ayuda: el 116000.

Ante la conmemoración este viernes del aniversario de la Convención de los Derechos del Niño de Naciones Unidas, la Fundación, encargada de gestionar la línea en España, ha querido poner en marcha una campaña para que los ciudadanos conozcan ese servicio y difundir una serie de consejos para prevenir las fugas de menores.

El año pasado atendió un total de 2.618 llamadas por menores de edad desaparecidos en España, un total de 819 casos. Y el 62,2% de ellos fueron fugas del hogar o centro donde viven habitualmente, señala en un comunicado.

Aunque las fugas a menudo se vinculan a un comportamiento problemático del adolescente o incluso a la delincuencia, el director de programas de la Fundación, Benjamín Ballesteros, subraya que, según los datos de las líneas de ayuda europeas, los menores «están tratando de escapar de problemas muy graves dentro y fuera del hogar», desde situaciones de maltrato a acoso escolar.

«La tensión que viven muchos adolescentes con problemas escolares, con sus iguales, o en casa se traduce en ocasiones en fugas. Se trata de una forma de huir del problema», añade.

Su primer consejo es no esperar 24 horas para informar a las autoridades de una desaparición, ya que los primeros momentos son cruciales para la investigación.

La Fundación pide prestar atención a avisos previos de querer marcharse o huir, no quitar importancia a los sentimientos de los menores, asegurarles que los padres o los tutores legales son un «vínculo seguro», potenciar la comunicación para manejar las emociones y abordar los desacuerdos y aplicar normas y límites de manera consensuada.

Los expertos piden también prestar atención al uso que hacen los menores de las redes sociales y buscar ayuda psicológica cuando sea necesario porque, recuerdan, «la fuga no es el problema, es el síntoma de un problema real que está detrás». EFE

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