«Hay un repunte de novatadas este curso»
ABC.- Así lo afirman autoridades de la Complutense a raíz del violento «concurso de bofetadas» en el que participaron dos amigos que han sido expulsados 15 días
No solo se conocen, sino que además son amigos y compañeros en el Colegio Mayor Diego de Covarrubias, perteneciente a la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Los dos han sido expulsados durante dos semanas de la residencia como medida cautelar, para evitar y problemas de convivencia hasta que se esclarezcan los hechos. ¿El motivo? El tremendo tortazo que recibió la joven alumna de manos de su compañero. Todo formaba parte de la novatada a la que ambos se sometieron voluntariamente:uno en calidad de verdugo; la otra, de víctima. Un fenómeno que va en aumento este curso, según explicaron las las autoridades académicas de la Complutense a ABC, a pesar de ser una práctica prohibida y sancionada por la Universidad, colegios mayores y por el Código Penal.
La agresión citada –un concurso de bofetones con tarta incluida– fue grabada en vídeo por los testigos del hecho, alguien la colgó en las redes y se hizo viral. De inmediato (el martes), llegó a los responsables académicos que se pusieron a indagar. Ahora, investiga la Inspección de Servicios de la UCM. Así lo indicó la vicerrectora de la Complutense, Rosa de la Fuente, que calificó los hechos de «deplorables» y puso el acento en la necesidad de que se coordinen las instituciones y la sociedad en general para atajar esta espiral de las novatadas que obliga, humilla y veja desde unos posicionamientos absurdos, desmontando mitos». A su juicio, hay que incidir en la educación, sensibilización y prevención para que no se normalicen estos casos.
La Defensora Universitaria de la UCM, María Isabel Aránguez Alonso, manifestó que los propios directores de los colegios mayores le han expresado su preocupación porque han notado este curso un repunte de estos episodios denigrantes están aumentando. «Son difíciles de controlar ya que, además de en los colegios, se realizan en el campus o en espacios públicos cuya vigilancia corresponde a la Policía y también en los pisos de los estudiantes», agregó.
Estos ritos iniciáticos, que antes consistían en bromas, a veces sobrepasan los límites. Por eso, la novatada puede desembocar en delito de lesiones, amenazas o contra la integridad moral y la libertad sexual, agregaron tanto la vicerrectora como la defensora universitaria. Por ello, «los alumnos firman un protocolo al ingresar en el colegio en el que dicen que no participarán en novatadas», indicó De la Fuente.
«Hay una presión del grupo que aboca a que los nuevos se presten a ser sometidos a estas prácticas a fin de no ser excluidos. En el caso del colegio de Diego de Covarrubias los dos afectados se sienten fatal, ambos son víctimas; son conscientes de que sus acciones han tenido unas consecuencias graves e intolerables. Tenemos que defender a todos. Estoy segura que de no estar en ese contexto ese episodio no se habría producido», concluyó.
«Hay que denunciar»
Aránguez incidió en que en este asunto prima la omertá. «No se denuncia. Las víctimas tienen miedo a las represalias y a que las dejen aisladas. Hay que empoderarlas y animarlas a que tomen la iniciativa para que sean conscientes del abuso físico y psíquico que sufren y que les deja secuelas. A mí acuden los padres, pero sus hijos suelen negar los hechos. A veces, todo acaba con el cambio de centro».
La portavoz de la asociación No Más Novatadas, Loreto González Dopazo, recalcó que ellos sí denunciaron lo ocurrido en la comisaría de Moncloa-Aravaca ayer: «No hay estadísticas fiables porque impera el silencio: es un tipo de violencia generalizada y aceptada».
Lo ocurrido coincide con la campaña de sensibilización que se presentó el miércoles con los lemas: «No va de tradición. No va de integración. No lo permitas. No hay excusas».