Intenta suicidarse en Marbella tras el acoso de cuatro compañeros de clase
ABC.- La Policía Nacional investiga las razones por las que una niña de 13 años se tomó un cóctel de pastillas para quitarse la vida
Se quedó sola en casa, mientras su madre se fue a trabajar. Aprovechó para hacer un cóctel de pastillas. Cogió píldoras de cuatro tipos de medicamentos, como Diazepam o Lexatin, las juntó (al menos había 60 comprimidos en tan letal combinado), y se las tomó para suicidarse. La ingesta casi consigue el propósito y le quita la vida. Ocurrió el viernes de la semana pasada en Marbella. La niña sólo tiene 13 años y fue hallada por su madre, que por casualidad tuvo que regresar a casa esa mañana.
La encontró tirada con síntomas de envenenamiento. Fue traslada al hospital, donde ha permanecido varios días ingresada. Las primeras 24 horas dormida, sedada por todo lo que se había tomado. Al despertar, al fin contó el secreto que llevaba dentro y le había llevado a determinar que mejor era terminar con su vida: reconoció a los psicólogos que era víctima de acoso escolar.
Fue entonces cuando detalló el calvario vivido en el último año a manos de un grupo de compañeros de clase. Un via crucis que la llevó, según la denuncia presentada ante la Policía Nacional, a provocar su expulsión del Instituto Sierra Blanca de Marbella hasta en tres ocasiones, para no tener que acudir a esas aulas de primer curso de ESO que se habían convertido en un infierno difícil de superar.
Mucho más de lo que creía su familia, que pensaba que llegaba a casa llorando sólo porque era insultada. Le recriminaron en casa sus expulsiones. Pensaban que había devenido en una «chica conflictiva». No podían esperar lo que iba a contarles luego. Sólo accedieron a acidir al instituto para pedir, sin suerte, un cambio de grupo que tratara de mejorar la situación. La última vez, el 31 de enero. Sólo una jornada antes de su intento de suicidio.
Vejaciones y tocamientos
Pero la cuestión era mucho peor. La chica acusa a cuatro compañeros de someterla a constantes vejaciones, insultos, agresiones y hasta tocamientos. Según el relato aportado por la niña, en una ocasión fue acorralada y comenzaron a tocarle los pechos. En otro episodio, el chico más violento le dijo que «le chupara la polla, que le dijera dónde vive o que la mataba». La asfixiaron hasta dejarla inconsciente, le pegaban puñetazos en la barriga, le tiraban de los pelos, daban patadas o la empotraban contra la pared.
En su diario, inspeccionado tras lo ocurrido, se ha encontrado una inscripción: «Qué puerca soy». Lo escribió uno de esos días que no quería ir al instituto y en los que intentaba fingir que estaba enferma para no salir de casa. Cada día una dolencia diferente.
Sus presuntos acosadores son cuatro compañeros de clase, menores de 13 años, por lo que legalmente se les considera inimputables. De ser verdad el relato de la joven, a la que se le tomó declaración en sede policial el martes, a ellos no se les puede investigar por ningún delito. Pero lo que es claro es que la niña, según algunas conversaciones que la familia tiene grabadas con su grupo de amigas, lloraba porque no quería entrar a clase.
No se detectó
La Policía Nacional tiene abierta una investigación sobre lo ocurrido. Se ha puesto en contacto con el centro educativo, que está colaborando con las pesquisas. La dirección del Instituto Sierra Blanca reconoció a ABC que no había detectado este caso, pese al amplio programa que tienen operativo para la resolución de conflictos en las aulas o gestión de emociones.
El centro asegura que no era consciente de lo ocurrido, hasta que no supo de la denuncia de la madre en la Policía Nacional. Explican que no se detectó, incluso teniendo en cuenta que operan con un programa de alumnos mediadores en conflictos, otro de hermano mayor y otro de tutores emocionales, que son profesores que se ocupan de alumnos con problemas.
El instituto asegura que se ha puesto a disposición de la Policía, tras conocer por la denuncia que una de sus alumnas está sufriendo malos tratos por parte de un grupo de compañeros. El centro tiene activado el protocolo establecido para este tipo de casos.
El peligroso «mata león» que deja sin aire e inconsciente
Una de las agresiones que sufrió la niña presuntamente acosada de Marbella por cuatro compañeros de clase fue lo que se denomina entre los adolescentes como el «mata león». Según explica la familia de la menor, los cuatro chicos la acorralaban para luego cogerla del cuello hasta que, por la falta de aire, se desvanecía.
Se trata de una técnica procedente de las artes marciales que tiene como principal objetivo la sumisión del oponente y es muy utilizada, según ha alertado la Policía, por muchos delincuentes para dejar a la víctima inconsciente e indefensa y evitar ser identificados. Pero tiene peligrosos efectos, pues incluso puede generar accidentes cerebrovasculares al no llegar el oxígeno a este órgano.