La brecha de género aumentó durante el confinamiento entre los investigadores
Público.- La mayoría de hombres y mujeres consideran que el confinamiento apenas ha servido como oportunidad para repartir mejor las responsabilidades en el hogar (67,7% de ellos y 70,1% de ellas).
El confinamiento debido a la covid-19 ha acentuado la brecha de género en tareas domésticas y de cuidados que ya se daba antes, con más mujeres asumiendo estas labores en exclusiva, lo que se ha traducido en una producción científica ligeramente menor.
La Unidad Mujeres y Ciencia del Ministerio de Ciencia e Innovación ha presentado los resultados de un cuestionario realizado «online» entre 1.563 personas, de forma anónima y voluntaria para conocer el impacto del confinamiento durante el estado de alarma en la conciliación personal, familiar y laboral.
Casi el 50 % de las mujeres, frente al 20% de los hombres, se encargó en exclusiva de la limpieza del hogar, mientras que el 43,8% de las mujeres y el 18,3 % de los hombres, asumió principalmente las tareas de cuidado de personas a cargo.
La brecha de cuidados que ya existía para las investigadoras se ha acentuado durante el confinamiento, con más mujeres asumiendo este rol en exclusiva y dedicando más horas diarias. También la atención a los mayores ha acentuado estas diferencias, con casi el doble de mujeres (45%) que de hombres encuestados que asumían casi siempre esta labor.
Durante el confinamiento tanto la salud física como psicológica se ha resentido para un porcentaje importante, especialmente para ellas, con un 40% aproximadamente que referían que se han visto afectadas.
La producción científica también se ha visto afectada por las responsabilidades domésticas y de cuidado. Esa es la opinión del 33,1% de mujeres y el 26,2% de hombres. El cuestionario muestra que un 30,8% del personal investigador no presentó ninguna publicación durante el confinamiento, del que un 33,1 % son mujeres y un 27,9% hombres. Del 69,2% que sí las ha presentado, un 43,6% de hombres presentó dos o más publicaciones, frente al 37,2% de mujeres.
Los datos muestran que la desigual conciliación durante el confinamiento se traduce en mayores dificultades para las mujeres a la hora de desarrollar su actividad investigadora y en una ligera menor producción científica, lo que a medio y largo plazo puede incidir negativamente en su carrera profesional, señala el documento.
Más de la mitad de la mujeres (52%) y el 48,8% de los hombres reconocen que la conciliación de la vida familiar y laboral ha sido agobiante o estresante, aunque para la mayoría las circunstancias familiares no ha impactado en el desarrollo de su trabajo (66,9% de hombres y 62,7% de mujeres).
Durante el estado de alarma, un 80,8% de los participantes en el cuestionario practicaron el teletrabajo; un 14,9% lo combinó con la modalidad presencial y un 0,8 % uso solo esa última opción. La carga de trabajo fue similar a la anterior al estado de alarma para el 55,4%, mientras un 25,7% consideró que había aumentado y un 18,9% estima que disminuyó, sin que se observasen diferencias significativas por sexo.
El cuestionario se realizó entre el 2 y el 17 julio y, por edades, la franja más representada fue la de 40 a 49 años (36,1% de la muestra), seguida de 50 a 59 años (25,3%). Un 79,2% convive en pareja, siendo mayor esta modalidad entre los hombres (82,7% del total de hombres), que entre las mujeres (76,7%), tendencia inversa para el caso de quienes no viven en pareja, y el 62% convive con al menos con un menor y/o mayor dependiente.
La Unidad de Mujeres y Ciencia continuará con la evaluación y seguimiento de la situación de las investigadoras, especialmente las más jóvenes, a través del Observatorio Mujeres, Ciencia e Innovación.