La Diputación atiende a 141 menores vizcaínos víctimas de violencia por parte de sus padres

El Correo.- Ocho de cada diez son niñas y en muchos casos el maltrato del padre busca el único fin de «hacer daño a la madre», según critican en unas jornadas organizadas por el Colegio Oficial de Psicología de Bizkaia

La violencia de género tiene «graves efectos entre los menores». Es una de las conclusiones de la jornada ‘Violencia Vicaria: Los hijos e hijas como instrumento para ejercer la violencia sobre las mujeres’, celebrada este martes a la mañana en el auditorio de la Universidad de Deusto. De ello da cuenta la Diputación, que atiende en sus servicios a 141 menores «víctimas de violencia de género».

El dato lo ha dado a conocer la diputada de Empleo, Inclusión e Igualdad, Teresa Laespada, en la apertura del encuentro, organizado por el Colegio Oficial de Psicología de Bizkaia. Según ha señalado la responsable foral, en estos datos se aprecia además una acusada «desigualdad por sexo», ya que de ellos 113 son niñas y 28 niños. Y entre los casos de maltrato que sufren estos menores, Laespada ha subrayado que la «violencia vicaria es la más dolorosa, la más cruel, la más despiadada, porque busca hacer daño a la mujer a través de los niños, a los que quiere con toda su alma». Porque, según ha denunciado, este tipo de ataques «solo pueden hacerlos los hombres».

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La diputada, además, ha alertado que esta violencia a los hijos se produce en un contexto de constante incremento de las agresiones a sus madres y, en general, a las mujeres. Así lo confirman los últimos datos sobre agresiones sexistas aportadas por las policías. El año pasado en Bizkaia 2.307 mujeres fueron víctimas de maltrato a manos de los hombres, tres de cada cuatro parejas o ex-parejas. Son la friolera de 246 casos más que hace tan solo seis años.

40 niños asesinados desde 2013

La concejala de Igualdad en el Ayuntamiento de Bilbao, Nekane Alonso, también ha remarcado que la violencia vicaria busca «causar un daño irreparable y destrozar a las mujeres». Y ha alertado que en ocasiones se ha saldado con el asesinato de los propios menores. De hecho, ha subrayado que, desde que en 2013 se empezaron a contabilizar, «40 niñas y niños han sido asesinados» en el conjunto de España. «Los niños, sustituyen a la mujer y el objetivo es destruirle la vida, causarle un dolor extremo y de por vida», ha denunciado. Y, en su opinión, el asesinato «es el alarde máximo del poder sobre la mujer». Por eso ha incidido en que desde las instituciones «debemos hacer autocrítica» y poner «más énfasis en la protección de las víctimas menores empezando por reconocer que un maltratador nunca puede ser un buen padre».

Begoña Rueda, decana del Colegio Oficial de Psicología de Bizkaia, también ha considerado urgente que todos los estamentos de la sociedad tomen «consciencia de este fenómeno», tras subrayar que, cada vez más, los profesionales se están encontrando con «esta dura realidad». «Es necesaria la implicación de todos los poderes públicos, mantener nuestro compromiso con tres grandes herramientas que nos permitirán luchar contra esta lacra: la implicación de las nuevas generaciones, de la sociedad y el compromiso de la Justicia y de las organizaciones sociales».

Precisamente ha participado en las jornadas el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Iñaki Subijana, que ha remarcado que la violencia vicaria tiene una «protección reforzada». «Es una violencia distinta y presenta elementos específicos que justifican esta protección reforzada, a veces a través de sanciones agravadas o de medidas cautelares», ha añadido.

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