La Fiscalía de Madrid: “Resulta preocupante la facilidad con que los jóvenes adquieren determinadas armas”
El País.– Para comprar un machete, basta con ir a un centro comercial y pagarlo. Para acceder a una pistola, el camino es algo más complejo. Sin embargo, estas armas estaban presentes en los dos últimos crímenes en los que han participado jóvenes y menores en la Comunidad de Madrid. Esta circunstancia preocupa a la Fiscalía madrileña, dirigida por Almudena Lastra, que un año más ha vuelto a destacar en su memoria anual la gravedad de los delitos cometidos por este segmento de la población. “Resulta preocupante la facilidad con la que los jóvenes adquieren determinados tipos de armas”, subraya el documento de balance anual del ministerio público que evalúa la actividad de la institución en 2021.
Durante el año pasado, hubo menores de edad implicados en 23 investigaciones por homicidio o asesinato, lo que supone un aumento de un 28% con respecto a 2020 —un año marcado por las restricciones de la pandemia—. También hubo menores involucrados en 216 casos de abuso sexual, un 26% más que el año precedente.
Muchas de estas cifras son consecuencia de la actividad de bandas violentas juveniles en la región, muchas de las cuales están integradas por miembros que han nacido en España. “Se han recrudecido los enfrentamientos entre bandas juveniles rivales en el último semestre del ejercicio de estudio, habiéndose incrementado en un 22 % los delitos de lesiones registrados (un 62 % más con uso de armas o instrumentos peligrosos), en un 75 % los de pertenencia a organización criminal, en un 74 % los de tenencia ilícita de armas y en un 24 % los de riñas tumultuarias”, indican los fiscales en su resumen de 2021.
Como consecuencia de la escalada de enfrentamientos, la policía ha puesto el foco en los últimos meses en tratar de alejar de las manos de los pandilleros los machetes. En lo que va de año, han requisado más de medio millar de armas en el operativo antibandas puesto en marcha en febrero. El pasado fin de semana, dos hombres de 19 y 21 años murieron a tiros, lo que supone un paso más en el nivel de violencia de estos agresores. “Ese mayor hostigamiento entre jóvenes de bandas juveniles genera gran preocupación, pues es fiel reflejo de la banalización de la violencia que, con carácter general, se produce por parte de los menores desde muy temprana edad”, indica la memoria.
El año pasado se esclarecieron homicidios como el del rapero Isaac, acuchillado en un túnel a manos de cuatro supuestos miembros de los Dominican Don’t Play, y este año se ha detenido a los acusados de matar a puñaladas en una fiesta en el verano de 2021 al boxeador Gabriel Kraus, también presuntos miembros de esta misma banda. “Cualquier conclusión que se pretenda extraer de las cifras arrojadas por la estadística tendrá siempre un valor muy aproximado, pero no exacto, habida cuenta que en este tipo de delincuencia existe también una importante cifra negra de delitos que no se denuncian, debido a las características de actuación secreta y violenta de estas bandas y también al miedo y temor de las víctimas a sufrir represalias si formulan denuncias”, advierte la Fiscalía.
Para el ministerio público, las soluciones pasan por algo más que planes policiales, y pone el foco en la prevención: “Todo lo expuesto evidencia, una vez más, la necesidad de una intervención temprana y multidisciplinar con los menores, evitando así que naturalicen la violencia (de cualquier tipo que sea) y la conviertan en su modus vivendi”. La Fiscalía señala que la franja de los 16 a los 18 años de edad es en la que se detecta más reincidencia.