La mayor red de trata de menores de Madrid usaba un zulo en una peluquería para los abusos

ABC.– Una peluquería del corazón de Puente de Vallecas escondía el zulo de los horrores: el lugar donde se llevaban a cabo la mayoría de las prácticas sexuales en las que se vejaba y vendía a una decena de niñas de entre 14 y 16 años por parte de una red de trata infantil, la mayor conocida en Madrid. El Grupo XXII de la Unidad de Familia y Mujer (Ufam) de la Jefatura Superior de Policía ha detenido a 37 personas (sobre todo, dominicanos, pero también de origen marroquí, nigeriano y cubano) por estos hechos, tras una investigación iniciada en abril pasado. Las hicieron adictas a las drogas fumando crack, las agredían e incluso las obligaban a vender estupefacientes como mulas o durante los ‘servicios sexuales’ a clientes de narcopisos.

La operación Sana ha contado, además, con la colaboración fundamental de una de estas niñas. Llevaba tres días atrapada en una de esas viviendas de la droga, en Usera. Logró zafarse de sus captores y, aterrada, corrió por la calle hasta llegar a un estanco, donde pidió ayuda. Se había hecho todas sus necesidades encima. Luego, esbozó a los agentes un croquis que resultó fundamental para dar con el narcopiso donde la estuvieron vejando en cadena.

Denuncia de una directora

La Policía, en primavera, trasladó a una menor con claros síntomas de drogadicción y de ser explotada sexualmente a los servicios sociales, que la ingresaron en el centro de primera acogida de Hortaleza. Allí, al evaluar su lamentable estado, fue trasladada a otro especializado también en toxicomanías. Durante una terapia, narró su calvario y la directora dio parte a la Policía. Datos fundamentales para la instrucción.

Fuentes del caso afirman que, de las diez adolescentes rescatadas, al menos cuatro habían pasado por centros asistenciales de la Comunidad de Madrid y de Guadalajara. Desde la Consejería de Políticas Sociales aseguraban ayer que «ninguna de estas víctimas permaneció allí tutelada por el Gobierno regional». Y, por supuesto, hacen énfasis en que no se trata de un caso de prostitución de menores en el seno de estos lugares de ayuda públicos, sino que la mafia es totalmente ajena a ellos.

Eso sí, tras ser rescatadas, siete están en centros abiertos o cerrados y otra ha vuelto con su familia, al ser ya mayor de edad. Son en total ocho españolas, una dominicana y una rumana.

Las niñas estaban en una situación de vulnerabilidad que las hizo caer en las garras de estos sujetos.Uno de ellos es un marroquí de 56 años arrestado en septiembre por matar el 12 de agosto pasado a un ecuatoriano durante una pelea, precisamente, en Monte Igueldo. En el número 40 de esa calle está la peluquería investigada. El individuo estaba en prisión por ese homicidio.

Otra pieza fundamental es un joven, un dominicano casi imberbe, que se dedica al mundo de la música, con decenas de miles de seguidores en Facebook, Instagram, TikTok y su propio canal de YouTube. Precisamente, este rapero, que se hace llamar Saymol Fyly, usaba esas ‘dotes artísticas’ para captar a las chiquillas.

Peligro de contagio de VIH

El ‘modus operandi’ consistía fundamentalmente en llevarlas, aprovechando su toxicomanía, a esos narcopisos. Cuando llegaba un cliente, le ofrecían también agredir sexualmente a una chica a cambio de dinero o droga. «Con el peligro de que contrajeran VIH o cualquier otra enfermedad verénea», destacan fuentes policiales. Hasta uno de los cancerberos de esta banda contrató un VTC para trasladarse a uno de estos lugares a violar, con otros tres hombres, a una de las infortunadas.

En cuanto al tráfico de estupefacientes, incluso las hacían repartir a clientes sus dosis, utilizando patinetes eléctricos. De hecho, la Policía identificó a una cuando portaba 10 gramos de cocaína para uno de los receptores. Tras esas entregas, eran violadas por estos. También se ha constatado que las llevaron al polígono Marconi para explotarlas sexualmente, una práctica muy común antes de la pandemia por las grandes redes de trata.

El 30 de noviembre fueron detenidos los presuntos implicados, en un operativo en el que participaron 150 agentes. En el zulo de Vallecas descubrieron una cámara fotográfica, la cual se está analizando por si pudiera contener material pornográfico de las menores. Se sospecha que podrían hacer haber hecho fotos pero quizá también filmaciones para difundirlas y sacar dinero. Esa línea de investigación en la operación Sana sigue abierta, explican nuestras fuentes.

En los diez registros se hallaron distintos tipos de droga (uno de los encartados guardaba 300 gramos de cocaína en su casa), útiles para su venta y consumo, un arma de fuego, un machete, dinero en efectivo y diverso material informático.

Antecedentes por violaciones

De los 37 detenidos en este operativo especial, pese a la gravedad de los hechos, solo ocho han ingresado en prisión provisional. Se les acusa de agresión sexual, prostitución de menores, tenencia de pornografía infantil, detención ilegal y delito contra salud pública. No se les ha podido imputar pertenencia a organización ni grupo criminal porque no se ha podido constatar una estructura interna lo suficientemente estable para ello.

La mayoría de los arrestados cuenta con antecedentes policiales. De hecho, uno suma por sí mismo más de 40 reseñas previas y cuatro tienen un historial delictivo por agresiones sexuales.

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