La mayoría de consultas al WhatsApp de Mossos contra la violencia machista son por maltrato psicológico
Cadena Ser.- En un mes, el teléfono de la policía ha recibido 181 consultas, la mayoría de víctimas, pero también de amigos o vecinos
En 6 casos los Mossos han tenido que enviar patrullas de urgencia y hacen seguimiento de 48 casos con sospechas de maltrato
181 conversaciones de Whatsapp con 1.318 mensajes. Casi dos por minuto. Es el balance del primer mes de funcionamiento del WhatsApp que habilitaron los Mossos para asesorar o dar información a víctimas de violencia machista, según avanza la Cadena SER. La mayoría, más del 50%, son mensajes de mujeres víctimas de maltrato psicológico que quieren saber si lo que sufren es violencia y si se puede denunciar. «Describen situaciones de forma muy breve relacionadas con el maltrato psicológico y buscan una confirmación sobre si están sufriendo la violencia que creen que están sufriendo; nos piden a qué comisaría deben dirigirse o si pueden recibir asistencia social o psicológica», explica la cabo Andrea Garcia, jefe del Grupo Central de Atención a la Víctima. Garcia confía en que el sistema sirva para agrietar la cifra negra de aquellas mujeres que nunca llegan a denunciar. El teléfono, el 601 00 11 22, está dirigido a víctimas de todos los tipos de violencia machista, incluyendo la violencia sexual, y está operativo 24 horas, los 365 días del año.
A raíz de las conversaciones, los grupos de atención a la víctima de los Mossos han empezado a hacer seguimiento de 48 casos, un 26% de las consultas, porque han visto «una sospecha importante de maltrato», según la cabo. En 6 casos más, los Mossos han tenido que actuar de forma urgente y enviar patrullas, porque la víctima advertía que estaba siendo maltratada y necesitaba ayuda urgente. Los responsables de esta iniciativa recuerdan, sin embargo, que el servicio está destinado a ofrecer información y que, en casos de agresiones y de requerir atención inmediata, el teléfono al que hay que dirigirse es el 112, el encargado de activar policía, bomberos, la ambulancia u otros recursos asistenciales.
«El maltrato psicológico, como otros micromachisamos, es lo que es más difícil de identificar y también de denunciarlo por la creencia de no poder demostrarlo», reconoce la cabo Andrea Garcia. A la violencia física cuesta ponerla en duda, pero no ocurre lo mismo con el goteo de la violencia psicológica. «El abuso o el control son elementos muy intangibles, difíciles de probar en un proceso judicial, aunque hace años que los profesionales trabajamos para que las mujeres puedan corroborar y confirmar en el proceso de denuncia», admite la cabeza del grupo Central de Atención a la Víctima.
Tumbar el iceberg de la violencia
El objetivo del WhatsApp es revertir la infradenúncia en casos de violencia machista, que el coronavirus aún ha reforzado más: «La pandemia ha influido en la soledad, en el silencio de la mujer y en el control del agresor, que ha tenido más oportunidades de controlar la víctima para que la mujer ha tenido más dificultades de salir del domicilio, de avisar a personas de su entorno, silenciando muchas violencias», describe García.
Recibir un mensaje de WhatsApp es el primer paso para visibilizar una pequeña parte de la cifra negra, que hoy todavía se calcula alrededor del 70%. «En este caso son 181 mujeres que con independencia de que después vayan a denunciar o no, ya han dado el paso de informar a la policía sobre su situación. Estamos picando en este iceberg para invertirlo», concluye la cabo. Desde el Grupo Central de Atención a la Víctima confían que cuando estas mujeres estén preparadas, denuncien; aunque se conforman que acudan a los recursos asistenciales que les indican, muchos de carácter social, y entren en la red de atención.
El perfil: A ambos lados del teléfono
La mayoría de las consultas provienen de mujeres maltratadas en primera persona, pero durante las cuatro semanas de funcionamiento han recibido mensajes también por parte de personas del entorno de la víctima, sean amigos o familiares, así como vecinos que han expresado su preocupación y han dado la dirección para que los Mossos hagan seguimiento. El Grupo Central de Atención a la Víctima no tiene datos sobre la edad o el perfil de las mujeres que los han escrito, aunque el canal nació especialmente dirigido a un público joven. «Es un canal muy ágil pero muy breve. No tenemos una descripción detallada de la víctima», explica la cabo a la Cadena SER. Al otro lado del teléfono, las víctimas encuentran un grupo de Mossos que han recibido formación especializada en violencias machistas, que hacen el filtrado e informan al otro lado del teclado, de la información que las víctimas necesitan. En casos de sospecha que requieran atención más inmediata, ponen la víctima en contacto con los grupos de atención de cada comisaría.