La mitad de los superdotados catalanes sufren acoso escolar
Fuente: El Mundo
Fecha: 26/03/2017
La mitad de los niños superdotados -entre un 4 y un 6% de los alumnos catalanes- sufren acoso escolar. Así lo cree la Fundación para la Ayuda a Niños y Jóvenes de Altas Capacidades (FANJAC) de Girona tras el último informe realizado por la fundación No Al Acoso Escolar. «Son niños y niñas a los que no les gusta tanto jugar a fútbol, que prefieren pasar el rato leyendo o estando con niños más mayores porque son más adultos, y que como brillan en el aula y sacan buenas notas, provocan envidias y acaban quedando marginados respecto a los compañeros de su misma edad», dice la vicepresidenta de FANJAC Girona, Maria Teresa Gómez.
Este «ataque contra el diferente» se traduce en «insultos, amenazas, golpes y en algo que, para ellos, que son niños muy sensibles, es más doloroso que un puñetazo: que les hagan el vacío y les provoquen la sensación de ser transparentes, como dicen ellos, y como por ejemplo sucede a la hora de formar equipos de fútbol», aclara Gómez. La vicepresidenta indica que «los niños y las niñas con altas capacidades terminan por esconderse, por acostumbrarse a huir, por inventarse excusas para no ir a clase o por considerar normal que les peguen y justificarlo», e incluso destaca que puede afectarles en su rendimiento escolar o sufrir depresiones y otros trastornos.
La FANJAC Girona recuerda que un tercio de los niños superdotados abandona los estudios. «La decisión no viene tanto por aburrimiento como la gente puede creer o por motivos de acoso escolar», destaca Gómez, sino porque «cuando llegan a la ESO y empiezan a tener más materias no saben cómo gestionarlo ya que no están acostumbrados y terminan por frustrarse». Por eso, la fundación hace actividades para mejorar esta capacidad. Realizan talleres de teatro para vencer su timidez, ajedrez para incentivar estructuras mentales, excursiones a la montaña con naturalistas expertos o campus de robótica o creatividad, con visitas de profesionales como cocineros del Bulli o jugadores de baloncesto como Marc Gasol, «para que vean gente buena en lo suyo pero que no son ni físicos ni matemáticos». «Aunque realmente lo que se necesita es que en los planes de estudio de los que serán los futuros profesores haya una asignatura que los forme y les enseñe a identificar y a ayudar a un niño con altas capacidades», concluye Gómez.