La olímpica Beatriz Manchón denuncia discriminación sexual en el piragüismo
El Periódico.- La tres veces campeona del mundo explica que nunca podrá ganar el descenso del Sella porque le obligan a salir en el número 700 por ser mujer
La piragüista Beatriz Manchón, tres veces campeona del mundo y seis veces finalista en los Juegos Olímpicos, mantiene desde hace años una pugna por lograr la igualdad en el descenso del Sella, donde, por el hecho de ser mujer, tiene que salir en el número 700 y le deja sin opciones de disputar la victoria.
La deportista ha rescatado su denuncia en el 10º Congreso Internacional para el Estudio de la Violencia contra las Mujeres que se celebra en Sevilla. Junto a Manchón, Pilar Calvo (secretaria general de la Asociación para Mujeres en el Deporte Profesional y campeona de tiro al plato), Victoria Padial (biatleta olímpica) y María José López (codirectora de los servicios jurídicos del sindicato de futbolistas AFE) subrayan cómo persiste la discriminación en el deporte pese a las leyes y de los planes de igualdad.
«Tenemos muchas leyes, pero la igualdad real y efectiva no la tenemos. Eso se soluciona con voluntad política», ha resumido Pilar Calvo.
Las cuatro mujeres coincidien en destacar que la discriminación hacia las deportistas se manifiesta en aspectos como el respaldo económico y de derechos respecto a los hombres, en la diferencia de premios que reciben, en que no se tiene en cuenta su derecho a ser madres ni tampoco se prevé en sus entrenamientos la menstruación.
Forma de vestir y atributos
También se quejaron de que la prensa se refiere a ellas según sus atributos, la forma de vestir o sus novios y no resaltan sus logros deportivos a pesar de que en el medallero olímpico español son las mujeres las que destacan sobre los hombres.
Para la mayoría de la sociedad esos logros fueron una sorpresa, aunque en realidad las que ganaron las medallas llevaban un amplio historial de éxitos que no habían sido reconocidos por la prensa y habían pasado «desapercibidos», ha explicado Manchón.
Falta de convenios colectivos
La falta de respaldo jurídico en las deportistas queda reflejado en el hecho de que ninguna de ellas tiene convenios colectivos, lo que sí existe en numerosas disciplinas deportivas masculinas, según ha señalado López antes de recordar la reciente huelga protagonizada por el fútbol femenino para conseguir ese marco legal.
Respecto a la maternidad, Manchón ha relatado las dificultades que tuvo para ser madre en 2007 y poder seguir compitiendo y clasificarse para Pekín 2008, y ha dicho que le mantuvieron la beca, la única forma de ganar dinero entre las deportistas, pero no recibió más apoyo y tuvo que crearse la infraestructura para cuidar del bebé.
La biatleta Padial ha dicho que su federación ha creado a nivel internacional una asociación para que las madres puedan dejar a sus hijos en una guardería durante las competiciones, aunque ha reconocido que se trata de una iniciativa minoritaria en el ámbito deportivo.
López ha insistido en la necesidad de que las mujeres denuncien las discriminaciones que sufren por ser madres para que se conozca el «vía crucis» que padecen y poder defenderla en los tribunales, como ha dicho que ocurre con la ciclista Leire Olaberría, medalla de bronce en los Juegos de Pekín.
Los reglamentos y los abusos
Uno de los principales problemas de que persista la discriminación hacia las deportistas es que los reglamentos «los hacen los hombres», que son además lo que ocupan los principales puestos en las federaciones deportivas, ha asegurado Calvo.
Otros de los aspectos abordados en este apartado del congreso han sido los posibles abusos a niñas que practican deporte, lo que afecta a una de cada cinco, según estudios de UNICEF y la OMS citados por Calvo, quien ha dicho que existen «situaciones de riesgo» para «tocamientos», como concentraciones o competiciones.
Por ello, ha recomendado que los familiares pasen al menos media hora al día con las mejores durante esas concentraciones para evitar los abusos.