La primera general de España huye del feminismo en el acto de ascenso
La Vanguardia.- Culmina así una transición de 30 años
“Nadie en esta difícil empresa llega tan lejos solo. Por eso quiero agradecer hoy a los profesionales que me han acompañado hasta aquí”. Ese fue el conciso mensaje que la general de Brigada Patricia Ortega quiso lanzar ayer al recibir el fajín que le acredita como primera mujer en alcanzar el máximo grado de oficial del Ejército.
Persona discreta y firme, Ortega no mencionó ni en una sola ocasión su condición de mujer y dedicó su breve discurso en la ceremonia que se celebró en el Ministerio de Defensa a destacar la importancia del trabajo de equipo que define la defensa nacional y la tarea cotidiana de los tres ejércitos en la que lleva inmersa mas de tres décadas.
La nueva general quiso darle a la inusual ceremonia un tono de normalidad que su condición como primera mujer en conseguirlo dificultaba. Bastaba ver la sala, inusualmente llena de mujeres uniformadas, tanto de los distintos cuerpos militares como de la Guardia Civil y de la Policía Nacional.
El jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME) , el teniente general Francisco Javier Valera, incidía en este aspecto. “Las normas de promoción en la carrera militar son estrictas y se tardan más de 30 años en recorrer el camino que comienza cuando se finalizan los estudios de oficial en la Academia General Militar y finaliza al alcanzar el grado de general. Ortega lo ha hecho en 31 años (ingresó en 1988), completando así un ciclo. A ella le seguirán a partir de ahora otras muchas mujeres”, expuso el teniente general que apadrinaba la ceremonia en alusión a quienes ahora son coroneles y que ascenderán en las próximas promociones.
“No es el uniforme lo que define al militar, sino el carácter”, expuso la general Ortega delante de su familia sanguínea pero también de su familia militar. A todos agradeció la “lealtad”, así como “vuestras miradas limpias y vuestras manos abiertas; vuestra complicidad constante”.
La ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, quiso ver en el acto el “reconocimiento a las más de 15.000 mujeres que ya forman parte de las fuerzas armadas”, pues “hoy asciende la general pero con ella también lo hacen todas las mujeres que llegaron hace 31 años (a los distintos puestos que entonces se abrieron a las mujeres)”. La totalidad de empleos y destinos militares no se abrió del todo hasta el año 1999. “Cuando hay un espíritu de trabajo y unidad, entre todos hacemos una España mejor que nos hace sentirnos orgullosos”, concluyó la ministra en funciones su intervención en el acto.