«La quiso matar por ser transexual», denuncia la familia de la joven arrojada desde el adarve
El progreso.- El detenido por la agresión, un joven de origen rumano al que conoció ese noche, negó que la empujara y quedó libre tras declarar en el juzgado ► Un hombre que caminaba por la muralla escuchó gritos y localizó a la chica, que ingresó con múltiples fracturas por todo el cuerpo
«La quiso matar por ser transexual; no tiene otra explicación». Así de tajante se mostraba este miércoles la hermana de una joven que permanece en la Uci tras ser presuntamente arrojada el pasado fin de semana desde el adarve de la muralla por un hombre que ya fue detenido y que quedó en libertad tras negar los hechos ante el juez.
Todavía conmocionada y tratando de asimilar lo sucedido, la familia de la víctima achaca el incidente a «un ataque transfóbico» y considera que el altercado va mucho más allá de una agresión. «Si lanzas a una persona desde esa altura es un intento de asesinato. Y además la dejó allí tirada. No hay derecho a que sigan pasando estas cosas», lamentan.
La hermana de la joven intenta hablar desde la cautela, aunque cree sin lugar a dudas la versión de la víctima y tiene muy claros los motivos que desataron la ira del agresor. «Llevamos dos años y medio viviendo en Lugo y mi hermana nunca antes había tenido problemas con nadie por su condición sexual. Es algo de lo que ella habla con naturalidad. Vamos a esperar a que se recupere y a ver cómo van las cosas, ya que está conmocionada y todavía no pudimos hablar mucho con ella, pero estamos convencidos de que el chico reaccionó de forma violenta cuando le explicó que era una mujer transexual», comenta.
La víctima, que ingresó en la Uci con múltiples fracturas en las extremidades y en varias vértebras, tuvo que ser sometida a una intervención quirúrgica y permanece consciente y estable, dentro de la gravedad. La joven transexual sufrió estas lesiones a consecuencia del impacto que sufrió tras precipitarse desde una altura de unos doce metros, una caída que, según denunció, no fue accidental.
ATAQUE. El incidente se registró en la noche del sábado al domingo, cuando la joven, de 23 años de edad, conoció a un chico un año mayor que ella y accedió a tomar algo con él en los establecimientos de hostelería de la Rúa Nova. La noche transcurrió sin incidentes y ambos decidieron subir al adarve de la muralla de mutuo acuerdo. Sin embargo, una vez allí, según consta en la denuncia, el joven se puso violento y la empujó.
La víctima salió disparada por el aire y cayó al patio interior de una vivienda en estado de abandono, una zona de propiedad privada y de difícil acceso por la que no transitan viandantes. A pesar de que el impacto fue brutal, el presunto agresor la dejó allí malherida y se marchó del lugar sin alertar a los servicios de emergencias y sin preocuparse ni lo más mínimo por su estado.
De hecho, la chica permaneció tirada en el mismo lugar hasta que un hombre que caminaba por la muralla escuchó gritos de auxilio y llamó a la Policía Local, que acudió de inmediato. Los agentes solicitaron también la intervención de los efectivos de bomberos y de los servicios sanitarios del 061 Galicia, que organizaron un amplio dispositivo para socorrer a la víctima.
El rescate resultó complicado, debido a que tuvieron que forzar varios candados para acceder al patio del inmueble y además fue necesario trasladar a la víctima con mucha precaución, ya que la joven apenas podía moverse y se quejaba de fuertes dolores por todo el cuerpo.
La herida fue trasladada al Hula sobre las nueve de la mañana del domingo y en un primer momento señaló que no era capaz de recordar como se había caído desde la muralla. Sin embargo, posteriormente contó que la había empujado un chico, por lo que la Policía Nacional abrió una investigación para localizar al presunto agresor.
ARRESTO. Los agentes pudieron hablar con la víctima en la Uci el martes por la mañana y la joven identificó al chico con el que había estado en la muralla, ya que la noche del suceso, antes del supuesto ataque, se habían intercambiado sus contactos y tenía referencias de su perfil en redes sociales.
Los investigadores se entrevistaron además con varios conocidos de la pareja y hablaron también con los responsables de los locales de hostelería en los que habían estado tomando algo. Con toda la información recabada, los policías identificaron al chico —de 24 años y de origen rumano, pero con residencia en Lugo— y lo arrestaron el martes por la tarde, cuando fue localizado en el casco histórico.
El detenido, que fue imputado por un delito de lesiones graves y otro de omisión del deber de socorro, pasó este miércoles por la tarde a disposición judicial y contó una versión muy diferente de lo sucedido. Según declaró, subió con la chica a la muralla tras tomar algo con ella, pero se enfadaron, por lo que se marchó y la joven se quedó sola en el adarve en perfecto estado. Tras escuchar su testimonio, el juez decretó su puesta en libertad mientras continúa la investigación del caso.