La ULPGC halla la huella del nazismo en el ámbito educativo de Canarias

La Provincia.- Almeida revela en un estudio que los colegios alemanes en las Islas fueron instrumento de propaganda política de Hitler a partir de 1933

Los colegios alemanes jugaron un papel relevante en el entramado propagandístico de la Alemania nazi en el Archipiélago. Así lo revela el estudio sobre la huella del nazismo en el ámbito educativo en las Islas de Antonio Almeida, profesor de Teoría e Historia de la Educación de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

«Efectivamente hay una representación muy importante del partido nazi en las dos capitales de las islas y la colonia alemana mayoritariamente se adscribe a los ideales del nuevo gobierno del partido nacionalsocialista alemán. No obstante se han detectado disidencias políticas dentro de la propia colonia, aunque esto es una nueva línea en la que estoy empezando a trabajar», afirma el profesor Almeida, tras la publicación de su artículo El adoctrinamiento nacionalsocialista de la juventud en los Deustchen Schulen: el caso de las Islas Canarias, publicado en el libro La Historia de la Educación entre Europa y América, de la editorial Dykinson.

 Este artículo es el primer paso de una investigación en la que existen varias líneas abiertas en las que el profesor Almeida sigue trabajando. «Son muchos los interrogantes que quedan pendientes para determinar el alcance real del proceso de adoctrinamiento de los jóvenes, así como de los miembros de la colonia alemana, en torno a una institución educativa», e indicó que dicho trabajo se ha visto limitado por la imposibilidad de acceder, hasta el momento, a los archivos que se conservan en el colegio alemán de Las Palmas, a pesar de los reiterados intentos por consultarlos.

Según apuntó el investigador, el primer colegio alemán en Canarias, como institución reglada, se crea en 1920 en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, y en 1922 en Santa Cruz de Tenerife. Era el momento previo al nazismo en el que los colegios alemanes tenían un gran prestigio social, porque representaban a una de las naciones que en los años XX se estaba convirtiendo en una potencia europea y era símbolo de modernidad. «De hecho, en 1934 se inaugura el nuevo colegio alemán en la calle Doctor Grau Bassas y el diseño arquitectónico lo hace Martín-Fernández de la Torre en 1933, siguiendo los esquemas de la arquitectura racionalista alemana, influenciado por algunos de los arquitectos afincados en Canarias como Richard Oppel. En aquellos momentos los colegios alemanes tenían un gran prestigio social porque estaban a la vanguardia europea. Todo cambia a partir del 33 con el ascenso del partido nazi», afirmó.

Jóvenes

En ese momento, según relata Almeida, gran parte de la colonia germana en Canarias asume directamente las coordinadas de los valores que la definía como grupo social fuera de su territorio natural, y que fueron reinterpretados por el nacionalsocialismo para alcanzar sus fines. Así, desde las guarderías hasta la enseñanza secundaria, comienza la toma de conciencia de la responsabilidad que tienen los jóvenes para con el Führer, de forma que el currículum y el tiempo escolar aparecen definidos por las nuevas directrices del partido. Y en este camino, cobran relevancia no sólo la actividad académica, sino las gimnásticas y deportivas, las excursiones y acampadas.

«Esos cambios son claramente evidenciables en los Deutschen Schulen (colegios alemanes) tanto en Gran Canaria como en Tenerife», apunta el profesor Almeida, y afirma que la vinculación de la dirección de ambos centros y de algunos de sus profesores al partido nacionalsocialista, así como de asociaciones como las juventudes hitlerianas, también han quedado de manifiesto en el estudio.

«No cabe duda de que los colegios alemanes se convierten en instrumento de propaganda política. Tanto es así que desde que Hitler llega al poder, uno de sus objetivo prioritarios era el control de los colegios alemanes fuera de Europa, y para ello las autoridades educativas mandan desde Berlín a profesores adscritos al régimen a todos los colegios europeos». Como ejemplo, señala que a la sede del colegio alemán de Las Palmas de Gran Canaria, en la calle Doctor Grau Bassas, llegan cinco profesores, «y uno de ellos con el retrato de Hitler bajo el brazo, que cuelgan en el hall en el año 34», subraya Antonio Almeida.

Hay constancia de ello en las páginas del Diario de Las Palmas, donde Walter Vogel da a conocer en el año 34 las características del nuevo colegio alemán y al mismo tiempo presenta al nuevo profesorado que llega desde Berlín. Según confirma el profesor de la ULPGC, Vogel era miembro de los servicios de inteligencia de la Gestapo, según los informes desclasificados de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos. «Este señor, Walter Vogel, presenta también ese día en la prensa a Walter Helger que es profesor del colegio alemán y que además va a fundar allí la sección conocida como las juventudes hitlerianas».

Además de la escuela, la vida cotidiana de la colonia en las islas se va completando con actividades de tiempo libre dirigidas igualmente al adoctrinamiento de la juventud. Tanto sesiones cinematográficas, como la asistencia a emisoras de radio y la organización de festivales organizados en los propios centros educativos, se convierten en espacios de manipulación ideológica, a los que se une la Falange.

El profesor de Teoría e Historia de la Educación de la ULPGC señala en su estudio, que las celebraciones nacionalsocialistas en las islas «venían incluidas en un organizado plan de fomento de la propaganda alemana que alcanzó de lleno a los primeros falangistas, que secundaron de inmediato algunas iniciativas de la representación germana y dando la impresión de una sintonía ideológica entre los seguidores de los dos movimientos que duraría hasta el final de la guerra en 1945».

Almeida subraya al respecto que cerca de 3.000 alumnos viajaban en los meses de verano a los campamentos de verano de las juventudes hitlerianas en Alemania, para ser adoctrinados.

«Y también jóvenes de Falange son invitados a esos campamentos alemanes para vivir de cerca la formación nacionalsocialista. Así hasta el 45, que tras la pérdida de la II Guerra Mundial, por decreto se cierran los colegios alemanes europeos y sus miembros son investigados», afirma el autor del estudio.

El doctor Almeida reitera que aún quedan otros campos por investigar, como es el caso de la aparición, durante la hegemonía del nacionalsocialismo, de asociaciones dirigidas por alemanes a las que de forma progresiva se van incorporando ciudadanos locales, como también sucedió en los colegios alemanes. Y pone como ejemplos la Sociedad Deportiva Alemana en 1935, presidida por Herr Müller en Tenerife, o la Academia Alemana de Bailes y Gimnasia Rítmica, en 1936, bajo la dirección de Uschi Boehme en Gran Canaria.

«La posibilidad de acceder en un futuro a los archivos de los colegios alemanes en las islas, junto a la profundización en el estudio de las nuevas organizaciones citadas anteriormente, unido a un estudio de las disidencias políticas y educativas de miembros de la colonia en esos años, podrán ayudarnos a completar el mapa educativo del nacionalsocialismo en las Islas», concluyó el investigador de la ULPGC, Antonio Almeida.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *